Desde su debut en el desfile otoño-invierno en la semana de la moda en París en marzo pasado, la esbelta modelo colombiana no ha parado: ha conquistado pasarelas en Italia, Francia y Corea del Sur, entre otras.
Un año atrás, Valentina Castro tenía 17 años y soñaba con ser peluquera tener su propia peluquería. De hecho, trabajaba en su casa haciendo trenzas, su gran habilidad, y en ocasiones también las hacía domicilios, o en un salón de belleza del que la llamaban ocasionalmente, mientras cursaba penúltimo año de colegio.
Pero su espigada estatura, su rostro bello y de ángulos perfectos y su mirada profunda llamaron la atención de un caza talento del modelaje de República Dominicana, a finales de 2022, cuando la vio en Instagram, donde Valentina tenía una página en la que promocionaba los artísticos trenzados que hacía en su Tumaco natal.
“La verdad es que yo no pensaba en ser modelo, pero soy muy fotogénica y me tomaba fotos imitando las de las grandes modelos”, cuenta ella el nombre vuelco que dio su vida meses después, cuando se convirtió en modelo exclusiva se la prestigiosa casa de modas Louis Vuitton, considerada la marca de lujo que más vende en el mundo.
Nacida en el hogar de un pescador y una ama de casa que vende productos por catálogo, lo más cercano que Valentina había estado en las polvorientas calles tumaqueñas a las grandes pasarelas del mundo eran los desfiles de moda y los reinados de su escuela y de su barrio en los que ella había participado.
Hacerse peinados junto a su hermana es uno de sus recuerdos favoritos de la infancia, dice. “Soy sencilla en la manera de vestir, pero en el pelo no. Me gusta mucho el pelo, me gusta cambiarme el look, no me gusta tener el pelo quieto”, me explica Valentina.
Y fue precisamente a través de una cuenta en la que compartía peinados que la contactó Sebastián Bedoya, cazatalentos de la agencia Nefer Models y quien se ha especializado en buscar modelos en Colombia que cumplan con cierta estatura y un perfil particular del rostro (similar al de la reina egipcia Nefertiti).
En noviembre de 2022, Nefer le envió un mensaje preguntándole si le gustaría ser modelo, y con timidez y desconfianza ella le respondió que sí estaba interesada. “No tenía muchos seguidores, pero a ellos les gustaron mucho las fotos y las poses que subía. Imitaba muchas fotos de como posaban otras modelos. Me tomaba fotos yo misma con la cámara delantera”, cuenta la espigada maniquí.
También su mamá desconfiaba, pero tras hablar con los directivos de Nefer Models, la madre e hija acordaron viajar primero a Santo Domingo, para iniciar su preparación. Y fue así como pasó de las polvorientas calles de Tumaco, que muchas veces recorrió de arriba abajo visitando clientas, a las grandes pasarelas de Europa y Asia con la marca Louis Vuitton
Ahora desfila luciendo atuendos de varios miles de dólares en lugares tan icónicos como el Museo de Orsay en París o la isla de Isola Bella, en el Lago Maggiore, Italia.
“Una de las cosas que más admiro de las demás modelos y también de mí es hacer que se vea fácil, porque no lo es. Puede que haga mucho frío, puede que haga mucho calor, puede que te duelan los pies, pero sales como si nada”, contó Valentina a BBC Mundo.
Para ella ser una modelo internacional ha implicado un cambio drástico en su estilo de vida. Tanto, que llegó a enfermarse. Comer saludable, correr, entrenar, beber mucha agua. “Fue un cambio drástico” asegura. Su debut con la casa Vuitton fue en marzo pasado, en el desfile otoño-invierno en el Museo de Orsay, en París.
Valentina fue la segunda en salir con su cabello trenzado y una chaqueta estructurada negra, que fue una de las piezas centrales de la colección. La revista Vogue calificó la colección diseñada por Nicolas Ghesquière como “el epítome de la elegancia francesa”, mientras entre el público figuraban superestrellas como Zendaya y Jaden Smith, quienes no cesaron de elogiar la colección, el show. Y por supuesto a Valentina…
Desde entonces ha seguido trabajando exclusivamente para Louis Vuitton: después de aquel desfile fue escogida para hacer fotos y videos promocionales de la colección. En abril desfiló en Corea del Sur y en mayo en Italia.
Pero ahora, después de varios meses viajando por Europa, volvió hace poco más de un mes a Tumaco a compartier con sus padres y con sus hermanas. Está cursando su último año de bachillerato en una escuela cerca de su casa, al tiempo que estudia inglés virtualmente.
Volver, según ella,fue casi que una misión imposible, porque siempre que se acercaba la fecha de su vuelo le salían nuevas sesiones de fotos y campañas en el exterior. “Ahorita me siento bien porque estoy en mi casa descansando, me siento feliz”.