En la Nota / 21 de septiembre de 2024

Valentina Olano, la chelista con corazón colombiano y vocación de servicio

Así aparece Valentina Olano en el video oficial de la canción ‘Tan cerca’ del cantautor barranquillero de música cristiana Gilberto Daza.

Zoraida Noriega

Dice que, además de la música, su misión es trabajar por la comunidad latina en EEUU, donde nació y actualmente reside con sus padres. Se mueve como pez en el agua tocando el instrumento y es una de las 3 hijas de la barranquillera Karen Wightman, quien en 1985 fue virreina en el Concurso Nacional de Belleza.

A sus 23 años, Valetina Olano Wightman, es políglota, relacionista pública con especialidad en mercadeo, estudió teología y actualmente está haciendo una maestría en consejería cristiana. La música ha sido una de sus pasiones, es soprano y primero aprendió a tocar violín, pero cuando tuvo en sus manos un instrumento de mayor tamaño como es el violonchelo, instrumento que hace parte de las familias de las cuerdas, quedó enamorada.

Valentina en uno de sus tantos viajes por Europa.

Gracias a la música y su virtuosismo en el cello, que aprendió con una profesora privada en Estados Unidos, donde nació y actualmente reside, dice que le ha abierto muchas puertas. Perteneció a orquestas juveniles en sus épocas de estudiante y se ha presentado en conciertos con una orquesta de cámara en La Florida.

En un intercambio estudiantil se fue a Austria para educar su voz como soprano, aumentar sus conocimientos en el violonchelo y aprender alemán. Idioma, que además del español, su lenguaje paterno y muy costeño, domina a la perfección el inglés y francés, aunque está empeñada en agregarle otro: hablar árabe.

Valentina es una de las hijas de la barranquillera Karen Wightman Corredor, quien en 1985 fue virreina en el Concurso Nacional de Belleza, y del cirujano bogotano Juan Carlos Olano. Las otras dos hijas son Valeria, consagrada patinadora sobre hielo, y Victoria, tenista profesional y compositora.

A las tres las une la música, y a pesar de que nacieron en Estados Unidos hablan tan costeño como si hubiesen vivido toda la vida en Barranquilla.

Con sus hermanas Valeria y Victoria Olano Wightman.

“Yo siempre digo que soy colombiana-barranquillera”, apunta Valeria entre risas para luego agregar con emoción: “El amor por Colombia lo he sentido ¡toda mi vida!.”

Cualquiera pensaría que por su edad y su gusto por la música clásica, es amante de las nuevas corrientes musicales, pero no tanto, dice que lo que sí la mueve es la salsa, el vallenato y el merengue, es decir, la música tropical en general.

Juan Carlos Olano y Karen Wightman.

TRABAJAR POR LA COMUNIDAD

Sueña trabajar en favor de la comunidad hispana, sobre todo para despertar la fe y se acerquen más a Cristo. “Mis primeros dos años de universidad fui a una iglesia cristiana en Alabama, y ahí tuve la oportunidad de grabar un disco de música cristiana haciendo todas las armonías. Fue para mí una experiencia maravillosa, una bendición. Y me di cuenta que me encantaría seguir trabajando en ese tipo de música, pues todos los domingos canto alabanzas en la iglesia.”

Pero además, Victoria saca tiempo para asistir varias veces a la semana a diferentes cárceles para escuchar a los prisioneros y llevarles una voz de aliento. “Nuestra misión en los centros penitenciarios es compartir la esperanza que tenemos en Dios con ellos, ayudarlos  a ver la vida desde otra perspectiva, es motivarlos; no solo buscar a Dios, sino encontrar la paz y el arrepentimiento”.

En plena grabación del video.

Aunque reconoce que la música le ha abierto muchos caminos, sin embargo dice que le gustaría tenerla como un hobby, algo extra, porque realmente lo que la mueve es dedicarse a hacer obras sociales.

NO A LOS REINADOS

En cuanto al marketing ha hecho varios eventos benéficos con el respaldo de ‘Fútbol con Corazón’, una organización colombiana sin ánimo de lucro en La Florida:

A Velentina no le faltan quienes adulen no solo su talento, sino su belleza y juventud.

Seguramente muchos pensarán que como su mamá fue reina del Atlántico, ella podría seguir sus pasos, pero no. “Los reinados me han llamado la atención siempre, pero no aspiro tener una corona, sino que me encantaría servir con mis proyectos. En el gimnasio al cual asisto tuve la oportunidad de entrenar a varias miss que han participado en Miss Universo, una de ellas es la actual, la nicaragüense Sheinnys Palacio y a la venezolana Amanda Dudamel, quien quedó de virreina”, dijo por último.

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