El mayor aprendizaje que nos deja este año es la importancia del autocuidado en todas las situaciones de nuestra vida, incluso, al vestirnos todos los días. Mientras lees esta columna, te invito a que te mires frente a un espejo y pienses en ¿Qué es lo primero que se te viene a la mente cuando ves tu imagen proyectada ahí?, ¿Qué pensamientos bonitos de ti y de lo que te rodea llegan? Si cada mañana eres capaz de mirarte, de observarte y reconoces que, al igual que tu mente, tu cuerpo físico, ese que vistes todos los días, necesita ser atendido, entonces ¡te felicito! Y te invito a sonreír, la sonrisa es nuestra prueba de amor de mí y para mí; cuando realmente nos amamos a nosotros mismos todo funciona de la mejor manera.
También el autocuidado es ser consciente de nuestras creencias y pensamientos así como de los sentimientos; finalmente, son ellos los que nos hacen libres para decidir cómo queremos crear nuestra vida y, ¿por qué no?, cómo deseamos crear nuestro clóset. No elijas ser víctima ni de la moda ni de las situaciones que te genera la vida; no permitas que tu energía vital se afecte, rodéate de personas que te valoren, que te acepten como eres. No es tarea fácil. La buena noticia es que todo lo que necesitamos está dentro de nosotros. Confiar en tu poder y sabiduría interior es el camino para descubrir la creatividad. Dedícate un tiempo de silencio, a conectarte con tu interior, con tu intuición, y como todo pensamiento es una construcción creada, puedes crear desde lo que deseas hasta abarcar todo aquello que te haga bien a ti.
Comencemos por tu closet inteligente. El autocuidado se extiende hasta él, de modo que también deberás prestar atención a lo que guardas en él, a las prendas que ya no usas y lo que insistes tener para la próxima temporada o para cuando adelgaces. Quizás algunas otras prendas son producto del apego, aquellas que no importa cuántas veces te las hayas puesto, no piensas renunciar a ellas, pues son esas prendas las que te generan bienestar cada vez que las usas, despertando sentimientos que duran para siempre.
¿Judy qué me pongo? El autocuidado, una sonrisa, la creatividad, tu amor propio y el poder interior.