Leonardo Hinojosa y su esposa Silvia Martínez.
Junto a su esposa, Silvia Martínez, wedding planner, Leonardo Hinojosa es uno de los más exitosos organizadores de eventos sociales en Cesar y La Guajira, principalmente.
La pandemia le afianzó aquello de que reinventarse no es hacer lo que otros hacen sino ir un paso adelante.
Eso es lo que ha hecho en sus 34 años de vida Leonardo Hinojosa Barrios, ingeniero industrial vallenato que se siente orgulloso de que todo lo ha hecho con disciplina, pasión y amor.
Por eso se siente orgulloso cuando afirma que empezó trabajando como mensajero en una floristería en la capital del Cesar, en donde se adentró en el sector hasta lograr convertirse en un exitoso decorador de eventos de la mano de su esposa la wedding planner Silvia Martínez, oriunda de Fonseca.
Recuerda que el día que decidió dejar la moto como mensajero para dedicarse al diseño de arreglo de flores tenía claro que era lo que lo apasionaba.
Eso fue en el 2015 y desde allí fue el florista de eventos de empresas de Valledupar, Barranquilla, Bogotá y Medellín, entre otras ciudades.
En el 2016 dio otro paso adelante: lanzarse a planear y decorar bajo su marca todo lo relacionado con bodas, 15 años, pedidas de mano, fiestas infantiles, y eventos empresariales.
Hinojosa, egresado de la Universidad Abierta y a Distancia, recuerda que ese año se registró en la Cámara de Comercio de Valledupar, y desde entonces, la demanda de eventos fue creciendo al punto que llegaron a genera 40 empleos directos y un centenar de indirectos entre cocineros, fotógrafos, meseros y músicos, entre muchos otros oficios.
En marzo de 2020 vino la pandemia y con ella la suspensión de eventos. Sin embargo, había que reinventarse y lo logró, cuenta.
En marzo empezó con lo que la línea de desayunos con los que se había lanzado en sus comienzos, pero esta vez más gourmet.
“La acogida fue total porque la caja fabricada en madera podía reutilizarse como centro de mesa, a la entrada de la casa o para guardar joyas o elementos de maquillaje”, cuenta.
“Es que no me podía quedar de brazos cruzados en medio de la crisis, algo había que hacer y no logramos”, añade.
De Love in box como llamó a este nuevo emprendimiento de pandemia que duró alrededor de ocho meses, nació la Casa de las Flores, una boutique de flores muy original con la que también ha logrado enorme acogida en Valledupar.
“Son diseños florales diferentes, orgánicos, porque por ejemplo la cerámica, que es importada de China, es reutilizable”, explica.
En octubre retomó la organización y decoración de eventos, pero más pequeños en cumplimiento de las normas de bioseguridad, y desde entonces no ha parado.
Dice que desde ya está preparando la quinta edición de la Feria para Novias, que será en agosto próximo, evento en el que promueven a toda una línea de proveedores, desde el que elabora la tarjeta hasta lencería, videógrafo, fotógrafo, maquillaje y la agencia que promueve el viaje de bodas.
“Siempre estamos apoyando a todos quienes trabajan con nosotros porque nos interesa mucho la parte social, generar empleo en nuestra ciudad y la región”, asegura.
En esa misión de responsabilidad social empresarial, organizó la boda colectiva de 10 parejas de reintegrados de las Farc en agosto de 2018.
“Una ceremonia de la más grata recordación por el impacto que generamos”, dice, al recordar el acto en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de la vereda Tierra Grata, en el municipio de Manaure Balcón del Cesar.