Esto que estamos viviendo en nuestro país, amerita un toque de dulce. Momentos duros, de incertidumbre, el miedo nos ataca por todas partes. Hay ausencia de sonrisas, de diálogos, de vernos, de tocarnos y abrazarnos.

Y para rematar, tenemos un Ministro que es el que maneja el billete del país, pero el mismo que no tiene ni idea de cuánto es el valor de una docena de huevos.

Se metió en nuestra cocina diaria y no tiene ni idea cuánto vale el huevito frito de su desayuno. Se metió en nuestra cocina y nos quiere dejar vacía la canasta familiar.

Y con todo esto nuestro equilibrio emocional se va al piso. Necesitamos de algo que nos haga sonreír, poner alegres, tener esperanzas. Algo que podamos disfrutar todos reunidos en la mesa familiar. Algo fácil de hacer. Un antojo especial. Un bocado que lo podemos comer con una calientica taza de café en la mañana o en la tarde poderla maridar con un buen vino blanco, frío y seco. Un brownie.

¿Y qué es un brownie? Es un delicioso bizcocho cuadradito de chocolate y sencillamente se llama así por su color «brown» marroncito. Es típico de la gastronomía de los Estados Unidos y el sencillo y melcochudo es el original, aunque hoy día la creatividad culinaria le ha dado toque de muchas variaciones, con almendras o trocitos de frutas, etc.

Esta receta la podemos ensayar y tener lista para celebraciones especiales, para hacer un regalo, para sorprender a mamá en su día o tranquilamente para comerla en una tarde de esas en que necesitamos darle un toque dulce a la vida.

BROWNIES CLÁSICOS

INGREDIENTES

140 gr  – de mantequilla, unas diez cucharadas.

1 3/4 – de tazas de azúcar morena.

3/4  – de cocoa en polvo sin azúcar, cernida.

1  – taza de harina.

1  – cucharadita de polvo de hornear.

1  – pizca de sal.

4  – huevos.

1  – cucharadita de extracto de vainilla.

6  – onzas de chocolate de leche de muy buena calidad y cortado en pedazos azúcar en polvo.

PREPARACIÓN

Necesitamos una lata forrada en papel de aluminio, o un molde cuadrado.

Lo primero es precalentar el horno a 375 F. En una olla mediana derretimos la mantequilla a fuego bajo. Cuando esté derretida le añadimos el azúcar y el ideal es revolver frecuentemente con una cuchara de palo para que quede mejor. En otra taza  y con un batidor de alambre, mezclamos la cocoa, la harina, el polvo de hornear y la sal y esta mezcla la vaciamos en la olla donde tenemos la mantequilla derretida, revolvemos con la cuchara de palo y esta mezcla debe quedar seca. En otro recipiente batimos los huevos con la vainilla y luego lo agregamos a la mezcla, añadimos los  pedazos de chocolate, mezclamos bien y lo ponemos en la lata forrada y lo vamos a hornear por unos 25 minutos. Verificamos, sacamos la lata, la dejamos enfriar y los vamos a cortar en cuadros iguales.

¡Deliciosos! como toque final, les vamos a espolvorear el azúcar en polvo.

NOTA: Cocinar no puede ser complicado, darnos gusto es lo ideal.