Mauricio Molinares Cañavera, rector de la Universidad Autónoma del Caribe.
Dice que un año después de asumir el cargo, la institución es un ejemplo de resiliencia porque todos los indicadores muestran señales de recuperación en materia financiera y académica. «Las puertas que hemos tocado se han abierto, vamos a reverdecer”, asegura.
Arturo José Molinares Vélez ha sido una especie de “super héroe” para sus hijos Omar, Johnatan y Mauricio.
Este barranquillero, nacido y criado en el popular barrio Rebolo, es el ejemplo palpable de “cuando se quiere se puede”, que hay que levantarse ante situaciones adversas y que sin fe en Dios nada es posible.
Así lo describe Mauricio Javier, el mayor de los hijos del hogar conformado por don Arturo y Corcy Cañavera de Molinares, ambos pensionados.
“Somos el producto del trabajo de mis papás que nos sacaron adelante a mí y a mis dos hermanos. Nos criaron y nos dieron educación esforzándose cada día, por eso insisto en que hay que estudiar”, asegura el rector de la Universidad Autónoma del Caribe, cargo al que llegó en septiembre del año pasado en medio de una de las más profundas crisis de esa institución de educación superior.
Los esposos Molinares Cañavera, que hoy son pastores y predicadores, los criaron en la carrera 14 con la calle 45B, límites de los barrios La Victoria y Cevillar, en donde jugaban bola de trapo y chequita en los tiempos en que la cuadra era el parque de los niños barranquilleros.
Mauricio (@maumolinares), que además era jugador de baloncesto, recuerda además con mucho cariño y admiración a su abuelo Alvaro Luis Cañavera Gutierrez (fallecido) que por muchos años tuvo el taller de ebanistería Arquimaderas en ese mismo sector.
“Si no hubiese sido por la educación, allí estuviera de pronto trabajando en Arquimaderas haciendo mandados y trabajando la madera”, añade, al recordar a quien describe como un gran maestro con el que sostenia tertulias académicas, filosóficas y musicales.
Molinares Cañavera, abogado de la Universidad Libre, en donde fue secretario general y rector, es especialista en Derecho Público y administrativo con maestría en Derecho Público de la Universidad del Norte, afirma que la formación en casa y la que recibió en las aulas han sido fundamentales para afrontar el reto que asumió en septiembre del 2020 cuando la recomendación de las auditorías era el cierre definitivo de la Universidad Autónoma del Caribe.
“El 15 de septiembre del 2020 había que liquidar la universidad, pero le pedí a un grupo de amigos que me acompañaran. Les dije: estoy hay que cerrarlo, pero yo no fui el que causé esta debacle, intentemos salvarla, no tenemos nada que perder. Si lo hacemos, toda la ciudad y la Costa nos lo va a agradecer. Y eso fue lo que intentamos hacer», dice Molinares, quien hacía parte de la sala general.
Asegura que un año después los indicadores reflejan una franca recuperación financiera y administrativa, el comienzo del «reverdecer» de la Universidad Autónoma (@uniautonoma), como lo repite de manera insistente.
El proceso implicaba adoptar medidas complejas porque entre otras medidas, había que reducir una nómina que cada vez era más alta que las finanzas de la institución”.
En materia laboral lograron reducir la nómina mediante el plan de retiro voluntario al que se acogieron 96 trabajadores y otros 22 por vía de pensión.
“Recibimos una universidad con 200 estudiantes. En el segundo semestre del 2020, en plena pandemia, logramos matricular a 5.000 jóvenes, en este semestre vamos por 6.000 y aspiramos a llegar a los 8.000 en el 2022, al sitial de liderazgo que siempre ocupó”, explica.
Reconoce además que las decisiones que adoptaron al comienzo en la retoma implicó que su familia asumiera algunos de esos costos por las amenazas que recibieron.
«Ver a mis hijos angustiados, encerrarme en el baño para que nadie te vea llorar y salir con la frente en alto repitiendo vamos pa´ lante que Dios está con nosotros fue muy difícil. Sin embargo, nunca dudé que lo que estaba haciendo era lo correcto», añade.
Pero para Molinares, esta experiencia también ha sido un tiempo de madurez para con sus hijos. «Mostrarle la dureza y crudeza de la vida, pero también, el poder de Dios cuando le entregamos las circunstancias. Eso ha sido maravilloso para ellos como seres humanos».
El proceso de recuperar la estabilidad financiera y la sostenibilidad operativa indicaba reorganizar la estructura de costos y gastos e implementar estrategias para generar liquidez en el corto plazo.
Lo primero fue incrementar el número de estudiantes matriculados, generar la caja suficiente para cubrir los compromisos y suscribir acuerdos de pago.
«Gracias a la intervención del Ministerio de Educación, su acompañamiento, la designación de una nueva sala general y los esfuerzos inagotables, la Universidad ha hecho que se sigan potenciando sus procesos y permanezca intacta la calidad educativa».
Mauricio Molinares
A nivel académico destaca la renovación de 10 Registros Calificados, 3 renovaciones de Registros Calificados aprobados por el Mineducación y de los 47 programas académicos vigentes.
Al mismo tiempo recuperaron unidades de negocios que estaban totalmente abandonadas como el Teatro Mario Ceballos Araújo y Casa Club Caribe, el Polideportivo, las canchas, la piscina y el diamante de béisbol, mientras que a la emisora Radio Cultural Uniautónoma se le dio un giro que según Molinares, la llevará a retomar el liderazgo cultural, educativa y formativa de las nuevas generaciones.
Ahora se alistan para el retorno de dos de los programas más exitosos de Telecaribe: Caribe Alegre y Tropical y la Ruta del Saber.
«La recibimos en el puesto 40 y hoy estamos en el 12, no es un tema de rating, sino de ofrecer un contenido fresco, decente y que sea formadora. En la Autónoma formamos en la plazoleta, en el teatro, en las aulas, no decimos malas palabras, no se denigra de la mujer. Estamos retomando el norte», afirma.
La afición por la música y la buena radio viene de sangre: es sobrino de Juan Eugenio Cañavera, uno de los ´íconos de la radio barranquillera.
Por eso en sus ratos libres escucha salsa e incluso dirige uno de los programas de mayor audiencia por Radio Cultural Uniaut´ónoma: Salsa y Control que se emite los sábados por los 94.1 FM.
En su balance también destaca la entrega de los Premios de Periodismo Mario Ceballos Araújo que después de varias ediciones, volvieron a entregarse en agosto pasado en reconocimiento al ejercicio profesional.
«A uno de nuestros íconos lo encontramos totalmente abandonado, incluso había plagas en su interior, pero en agosto pasado volvió a encender sus luces y a extender su alfombra roja. Estamos orgullosos».
En enero pasado, el busto del fundador, don Mario Ceballos Araújo, también retornó a la plazoleta de la institución como sentido de pertenencia institucional. «Su legado estará en el lugar más importante, el corazón de nuestra institución», asegura.
También anticipa emocionado que los grados de diciembre serán con toga y birrete, como siempre ha sido la tradición, y que en la ceremonia le rendirán tributo póstumo a estudiantes fallecidos.
Para Molinares, «la Universidad Autónoma ha sabido ser superior a sus dificultades con gallardía y valentía. Su resiliencia, estructura administrativa, directiva y cuerpo de docentes, han logrado que reverdezca y la han engrandecido. La institución vive y sigue siendo la universidad del Caribe que sigue generando muchos procesos de aprendizajes para sus juventudes».
Sobre lo que viene para el 2022, destaca que la Autónoma tiene más de 11 patentes y 39 registros de software. «La academia sostuvo a la universidad, tenemos un producto que hay que salir a vender a los empresarios y las puertas se fueron abriendo», añade, al destacar los 33 convenios suscritos con las Alcaldías y grandes empresas como Tecnoglass para ofrecer becas, descuentos y auxilios a sus empleados.
La meta es arrancar el primer semestre académico con 8.000 matriculados y abrir nuevos programas el diplomado sobre el cuidado del paciente covid-19 y otro en administración agropecuario para que que los empresarios del campo puedan formar a sus trabajadores. La idea es llevar a los docentes a cada departamento para acercar la universidad.
También proyectan formar profesionales en organización de eventos, con énfasis en inglés, debido al importante incremento que este sector ha tenido en Barranquilla.
La familia, el eje
Molinares Cañavera está convencido que la familia es el eje de la familia. Por eso su prioridad es dedicarle tiempo a su esposa Nairobi Brochero, unión de la que nacieron Arturo, de 9 años; Mauricio, de 7, y las gemelas Natalia y Alejandra, de 4 años.
Ya en el hogar es el papá amoroso que junto a Nairobi leen la palabra de Dios junto a los niños, luego van al polideportivo a practicar deportes, ven una película en Netflix o preparan un asado, la especialidad del dueño de casa.
La familia -añade- es mi principal motor. De nada sirve salvar la Autónoma si perdemos el liderazgo de los hijos y el afecto y la admiración de mi esposa.
En la agenda tampoco puede faltar el programa Salsa y control que lidera cada sábado, pero también, escuchar música salsa, romántica, góspel y jazz.
Confiesa que es un lector empedernido, que dedica parte de tu tiempo a escribir el Blog del Rector y a terminar la biografía en honor de su padre Arturo José Molinares Vélez, el super héroe que junto a doña Corcy, lo han llevado a puerto seguro, como él lo hará con sus 4 hijos.