Con el pecho hinchado de emoción debemos estar los colombianos, pero muy especialmente los caribeños, ya que nuevamente un puñado de nuestros coterráneos ha sacado la cara por el país en momentos difíciles.
En los Latin Grammy 2021, que reconoce lo mejor de la música lanzada entre el 1 de junio del 2020 y el 31 de mayo de este año (plena pandemia), brillaron con luz propia artistas de géneros tan diversos como el folclor, de la mano de una institución llamada Petrona Martínez; el vallenato con Silvestre Dangond; el pop, con Camilo, los nuevos, con Juliana Velásquez; el reguetón con Karol G; el rock-pop con Juanes, y hasta los intérpretes de música de cuerdas para niños con la Orquesta Filarmónica de Medellín.
Pero en Las Vegas también estuvieron mostrando lo mejor de Colombia, otros artistas que nos llenan de orgullo: Juventino Ojito y su Son Mocaná con un trabajo musical que muestra la madurez de un artista líder y un grupo de luchadores que defienden a capa y espada nuestro folclor, y Milton Salcedo, un pianista, director y productor musical nacido en Santa Marta, reconocido mundialmente por su calidad y profesionalismo, y sobre todo porque siempre, a pesar de haber vivido por años en los Estados Unidos, mantiene vivo el sentir Caribe.
Y aunque Camilo, un joven artista nacido en Medellín, fue el más galardonado después de Rubén Blades al obtener los galardones en las categorías mejor canción pop por “Vida de rico”, mejor canción tropical por “Dios así lo quiso”, un tema que compuso para Ricardo Montaner y Juan Luis Guerra, mejor álbum vocal pop con “Mis manos” y mejor colaboración con “Tattoo” (remix), un sencillo de Rauw Alejandro y que ambos interpretan, los nuestros, los del Caribe, dejaron en alto, las gaitas, los tambores y el acordeón que sonaron con fuerza en Las Vegas donde también se reconoció la lucha de Egidio Cuadrado, el acordeonista de Villanueva, La Guajira.
El orgullo que debe despertar una mujer de 82 años, nacida en un pueblo perdido en el mapa, llamado San Cayetano, en Bolívar, abanderada del bullerengue, un aire musical que pocos conocen, no se compara con nada, ni nadie, como también nos tiene que llenar de orgullo que un hombre de 55 años, también nacido en una alejada población como Polonuevo, Atlántico, siga sacando la cara con calidad por nuestra música tradicional.
Ellos, Petrona, ganadora y Juvenitino, nominado, son dos ejemplos de que la calidad se sigue imponiendo a pesar del abandono histórico al que hemos sometido nuestro folclor. Y es que no es lo mismo los espacios que tiene el pop, el reguetton, el rock y el vallenato colombiano, que el que tiene nuestra música folclórica.
Muy seguramente en Colombia todos hemos escuchado alguna vez a Juanes, Camilo, o Karol G, pero pocos, muy pocos conocen los trabajos de Petrona y Son Mocaná. Y ya es hora de que su música suene y resuene, y que los apoyemos como apoyamos a otros.