Bershka incluyó el tapabocas en sus catálogos y Leonisa la lanzó como otra prenda de vestir.
Y diseñadores como Agatha Ruiz de la Prada, Mango y Prada están en la misma onda.
En estos tiempos de pandemia la mascarilla o tapabocas se volvió un complemento imprescindible y vital, como el bolso o la billetera. La Organización Mundial de la Salud recomienda su uso para evitar el contagio del virus.
Prestigiosas diseñadores como Jean Paul Gaultier y Christian Dior las han incluido en sus colecciones, al igual que Zara, Bershka y Stradivarius que las tienen en sus catálogos.
En Colombia, marcas como Leonisa produjo además pantalones antifluidos en tanto que el grupo Éxito decidió producirlas en 50 talleres de confección que funcionan en Caldas, Antioquia, Tolima y Valle del Cauca, Caldas y Tolima y vincular a, al menos, 1.000 personas.
Pero como en toda crisis, los efectos económicos en el mundo han sido devastadores, de tal manera que además de que las grandes marcas de ropa tuvieron que reinventarse para producir tapabocas de todos los estilos y gustos, otro grupo de famosos le apostaron a fabricarlas con fines benéficos.Una de ellas fue la diseñadora española Ágatha Ruiz de la Prada que se unió con la cadena de supermercados Lidl para sacar 250.000 packs de dos mascarillas reutilizables este mes de julio. Las ventas serán para la ONG Save the Children. “He creado tres mascarillas ‘felices’ para transmitir optimismo”, declaró.
Artistas de la talla de Ariana Grande y Justin Bieber se unieron para comercializar sus propios modelos a 15 dólares cada una.Las ventas a través de MusiCares estarán destinadas a apoyar a los músicos afectadas por el mortal virus.
Igual lo hizo la gigante Disney que incluyó a célebres personajes como Mickey Mouse y Marvel. Cada pack con cuatro tapabocas tiene un valor de 20 dólares. La compañía está donando un millón de máscaras faciales de tela para niños y familias en comunidades marginadas y vulnerables en los Estados Unidos que serán distribuidas por MedShare (www.medshare.org).
Otros grandes como Mango donaron dos millones de mascarillas a los hospitales de España, en tanto que Prada, además de fabricar mascarillas y batas antifluidos, entregó dos unidades de cuidados intensivos a cada hospital en Milán.
También se sumaron marcas como Louis Vuitton que compró 10 millones de mascarillas para regalarlos en Francia, mientras que Giorgio Armani se lanzó a producir trajes antifluidos para los médicos y dio más de dos millones de euros a cuatro hospitales.