Diana Jaramillo, ingeniera industrial y emprendedora de Nanys Bakery Shop.
Con Nany’s Bakery Shop la ingeniera industrial barranquillera Diana Jaramillo quiere seguir creciendo como emprendedora. Ofrece cupcakes, jars, cakes y cookies, entre otros.
En la casa de Diana Jaramillo Curvelo en el barrio Granadillo todas las tardes huele a harina, mantequilla y diferentes esencias que son algunos de los ingredientes con los que esta ingeniera industrial elabora cupcakes, jars, cakes, cookies y tortas.
Así lo ha hecho desde que tenía 15 años y ya empezaba a ensayar con cookies que vendia entre amigos y familiares, que recién horneados los ofrecía casa a casa en el barrio Chiquinquirá. Todo un hit.
«Una vecina, la señora Cielo, ya fallecida, me enseñó la receta que con los meses fui perfeccionándola hasta lograr un producto delicioso, de calidad», asegura, al recordar que su primera batidora la adquirió en 60.000 pesos en una compra-venta.
Poco a poco las ventas iba creciendo porque ya no solo eran los compañeros del Colegio Colón quienes le hacían pedidos, sino que le encargaban para cumpleaños, Día de la Madre, Amor y Amistad y otras fechas especiales.
Para esta barranquillera, egresada del programa de Ingeniería Industrial de la Universidad del Norte, a medida que la demanda de sus productos crecía iba invirtiendo en la adquisición de maquinarias y horno para atender los pedidos, proceso en el que siempre ha tenido el apoyo de su mamá, Alix Curvelo, que para ella es «la mejor cocinera del mundo», mientras que su papá Óscar, es uno de los más firmes promotores comerciales sobre todo entre sus amigos del trabajo como transportador de carga y pasajeros.
Así nació Nanys Bakery Shop (@nanysbakeryshop) emprendimiento que acaba de retomar después de un tiempo dedicado totalmente a su profesión de ingeniera industrial.
Diana asegura que es una repostera empírica, sin embargo, ha hecho varios cursos sobre cocina y que está en permanente búsqueda para seguir mejorando su línea de productos. «Cada día hay que seguir aprendiendo», añade.
Destaca que todos sus productos son elaborados con ingredientes de primera calidad, lo que “Se nota en el sabor” y que le encanta entregarlos recién horneados. «El secreto del éxito está en hacer las cosas con amor y con ingredientes de alta calidad», añade con enorme orgullo.
Diana se dedica a su emprendimiento todos los días después de 4 p.m. cuando llega del trabajo, mientras que los fines de semana es de tiempo completo.
A mediano plazo quiere volver a enseñar cocina para dummies a través de sus redes sociales (@nanysrecipes), proceso que empezó en cuarentena. «Son recetas sencillas para quienes quieran aprender a cocinar. Lo que sé lo he aprendido de mi mamá y ella también me va a aportar».
Confiesa que no cambaría su carrera de ingeniería porque mucho de ese aprendizaje lo aplica en la pastelería. «Quiero tener mi propio negocio físico, pero hay que seguir trabajando con dedicación y disciplina porque nada es fácil».