La diseñadora de zapatos y carteras vende hoy sus productos online mientras pasa la pandemia.

Los inicios de Clemencia Grillo como empresaria, hace 30 años,  no fueron fáciles. Le tocó enfrentarse a toda clase de situaciones para sostener a sus 5 hijos. Comenzó revendiendo correas de cuero para damas a las que ella les incluía hebillas de latón y piedras para hacerlas más vistosas, pero como siempre sintió fascinación con la moda, poco a poco fue incluyendo carteras y zapatos diseñados por ella bajo la marca Clemen’s.

Las correas las ofrecía de puerta en puerta, de oficina en oficina. En vista que era tan buena la demanda, entonces decidió hacer algunas con  piel de cocodrilo y diseñar carteras, que se fabricaban en una bodega que tenía su esposo, el ingeniero industrial Jorge Grillo (hoy fallecido). A los pocos meses, con su carga llena de ilusiones y sueños se fue a la Feria del Cuero en Bogotá que, según ella, le abrió las puertas para emprender un camino que le permitió recorrer buena parte del país y fuera de las fronteras.

“Era pura maquila. Llevé también mis productos a Panamá;  y sigo vendiendo en Estados Unidos por pedidos. Más tarde me vinculé al Concurso Nacional de Belleza con unos zapatos de altos tacones. En esa época fueron la sensación  porque todas las candidatas se querían ver altas, era algo diferente”, recuerda.

Igualmente sus creaciones han sido lucidas por reinas de otros concursos, en el Carnaval e  importantes pasarelas del país.

A punta de sacrificios y sobre todo de perseverancia, como buena  emprendedora, y ya conociendo el mercado, Clemencia  alcanzó a tener seis prósperos almacenes distribuidos en Bogotá, Cartagena, Santa Marta y Barranquilla, en los que no solo ofrecía cinturones, zapatos y carteras con diseños innovadores y de calidad, sino bisutería.

 VENTA VIRTUAL

A raíz de la muerte de su esposo quedó sola al frente a los negocios, y por mucho que quiso afrontar a uno de los momentos más retadores, tuvo que ir cerrándolos poco a poco.

Hoy tiene un solo almacén en Villa Campestre, y está cerrado, desde que apareció la pandemia. Pero ella no se ha quedado quieta. Tuvo que enviarles a sus trabajadores las máquinas a sus respectivas casas para seguir  produciendo. A raíz de la crisis, se las ingenió haciendo tapabocas y decidió vender todos sus productos a través de las redes.

“Mis hijos me enseñaron a manejar las redes. Vendiendo  en forma virtual me ha mantenido ocupada y con muchas esperanzas. El mercado online es prometedor en la medida en que ofreces una amplia oferta, buen servicio, novedad y precios al alcance”, dice la empresaria barranquillera, cuyos seguidores hoy suman más de 8.000.

“El negocio de los accesorios es importante porque tiene liquidez”,  apunta Clemencia, quien es la propietaria del conjunto residencial  Lagomar, jurisdicción de Puerto Colombia.

SU PROPUESTA

Clemencia Grillo está siempre informada sobre las últimas tendencias de la moda por medio de las redes sociales. Observa con detenimiento las temporadas para saber lo que impone la moda, en especial en materia de accesorios.

Con motivo de la crisis, ha diseñado sandalias planas porque sabe que para la mayoría de las mujeres permanecen en casa por el confinamiento le gusta estar cómoda para el trajín familiar. Por eso se han vendido como pan caliente.

Incluye también sandalias con plataformas y tacones de poca altura para salir a la calle o hacer diligencias personales para que la apariencia de la mujer sea más formal.

Este tipo de calzado es hecho en materiales como el cuero, telas estampadas y materiales sintéticos.

En cuanto a las carteras, que son el complemento básico para cualquier look o estilo y que no puede faltar en el armario de cualquier mujer, los ofrece en una amplia variedad de diseños, colores, texturas y tamaños.