Dolce vita / 6 de mayo de 2023

Ufff… ¡tronco de calor!!

Imágenes como esta son comunes ver por las calles de Barranquilla debido a la fuerte ola de galor que golpea a la población.

Rosario Borrero

Es la expresión que por estos días es común escuchar en Barranquilla debido a las altas temperaturas que azotan a la población. Expertos dicen que se debe a la escasa nubosidad.

“En el cielo no se ven las nubes, amanece como si fuera a llover. Ojalá, porque nos hace falta la lluvia. Es que esta ola de calor lo tiene a uno desesperado”. Así se expresa Mario Pérez, un vendedor ambulante de aguacates que desde muy temprano se aposta en la acera de una de las calles del norte de Barranquilla.

Como él, la mayoría de las personas se quejan de las alta temperaturas, que por estos días de mayo golpean a la población debido, según los expertos, a la poca nubosidad como uno de los principales factores a ese fenómeno meteorológico.

Tomar mucha agua es una de las formas de apaciguar el calor.

La falta de nubes se debe a que ha habido un cambio en la dinámica en el climapor lo que causa la poca nubosidad que tiene como consecuencia la presencia de días muy calurosos”, según la Oficina de Pronósticos y Alertas del Ideam.

Pero si por acá “llueve”, en Cartagena, Santa Marta y Riohacha y el resto de ciudades del Caribe, “no escampa”.  Las quejas  son las mismas de los ciudadanos.

La sensación térmica ha llegado a alcanzar hasta los 40 grados centígrados.

Carmen Villafañe, una señora de la tercera edad, dice que no sabe qué hacer. “Me baño hasta tres veces al día, y uno sigue sudando. Ni los ventiladores dan abasto. Lo que me preocupa es que me he visto en la obligación de dormir con aire acondicionado, solo pensando en lo altos que son los servicios de energía. Pero me toca”.

Aunque ellos también son víctimas porque trabajan a la intemperie, los vendedores callejeros de agua, gaseosas, raspao y tutifruti, están contentos porque a raíz de las inclemencias del sol y calor sus ventas han aumentado considerablemente.

Eso dice Carlos Afanador, quien diariamente sale con sus refrescos para ofrecérselos a los transeúntes. “Hasta el hielo que llevo en este tanque se derrite. Tengo estar abasteciéndolo, porque la gente quiere tomar las bebidas frías. ¡Es impresionante el calor que estamos padeciendo!”.

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