El mítico actor estadounidense era la segunda opción de Steven Spielberg y George Lucas para encarnar el emblemático personaje. A sus 80 años se despide de la saga con ‘El día del destino’, que acaba de llegar a los cines de Colombia y el mundo.
A principio de los años 80, los astros se alinearon para que la trayectoria actoral de Tom Selleck, un apuesto actor norteamericano que por ese entonces rondaba los 35 años, diera un giro radical. Sin mucho brillo y sin muchas charreteras aún en su carrera actoral, de repente se le aparecieron dos grande oportunidades en el camino: una era aceptar el papel protagónico en la serie Magnum, en la que personificaría a un osado detective de las costas hawaianas, y el otro era hacer el papel del arqueólogo Indiana Jones en El arca perdida.
Aunque Selleck llegó a enfundarse el traje de Indiana Jones y su característico sombrero para realizar varios test de pantalla, finalmente nunca llegó a darle vida. Los productores de Magnum (que lo lanzó al estrellato) concluyeron que los dos personajes y los dos rodajes eran incompatibles, sobre todo por la ambiciosa trama de El arca perdida, que además tenía muchos cambios de localización, por lo que decidieron no darle permiso para participar en aquel.
Por ello Selleck renunció a aquel papel del profesor Jones, y en su lugar apareció Harrison Ford, la segunda opción para George Lucas y para su buen amigo, Steven Spielberg. Eso no lo sabía en aquel momento ni el propio Ford. “No sabía que había un guion que alguien más había leído y que había sido incapaz de aceptar el papel por un contrato”, dijo algúna vez.
Hoy, cuando han transcurrido 43 años desde aquella anécdota, en la vida y en el destino de Harrison Ford, de 80 años, reaparece Indiana Jones, un profesor, arqueólogo y aventurero, ícono de la cultura popular que regresó esta semana a las salas de cine con El Dial del Destino, una historia con aroma de despedida en la que Ford parece cerrar la puerta a uno de los héroes más carismáticos y populares de la historia del cine.
‘Indy’ Jones no conoce complejas artes de lucha, ni tiene gran arsenal; tampoco se defiende muy bien pues ni es el más rápido, el más ágil o el más listo. Tampoco es el más joven, pero ya quisiera más de un actor lograr atrapar a todos con las peripecias y las aventuras de un héroe que sabe sortear el fracaso y al que en el último minuto siempre le resulta un plan.
Después de En busca del Arca perdida le siguieron El Templo maldito (1984), La última Cruzada (1989) y El reino de la Calavera de cristal (2008). En febrero de 2020 se supo que Steven Spielberg se bajaba de la silla del director para cederla a James Mangold (Logan), aunque continuaría vinculado al proyecto. De hecho, consta en los créditos como productor ejecutivo, al igual que el creador del personaje, George Lucas.