Este proyecto ecoturístico emprendido por la Alcaldía Distrital pretende recuperar y mostrar al mundo esta especie de pulmón lleno de belleza y naturaleza.

Los cuentos infantiles que relatan historias de tesoros escondidos, con grandes riqueza para quienes logren descubrirlos, parece haber tomado forma en la ciudad de Barranquilla con la Ciénaga de Mallorquín: un pulmón de la naturaleza que se muestra imponente con un espectacular cuerpo de agua, rodeado de una hermosa y espesa vegetación que además es bañada por las aguas del mar Caribe.

Si bien Barranquilla tiene una ubicación privilegiada que le permite estar rodeada por el Mar Caribe y el Río de la Magdalena, recursos que forman parte de su eterna riqueza, poco o nada se hablaba de la Ciénaga de Mallorquín, un espacio bello que inspira magia y que se proyecta como un verdadero tesoro para hacer turismo ecológico y paisajista en la ciudad.

Ubicada en el extremo norte de Barranquilla, sobre la margen izquierda de la desembocadura del Río  Magdalena (Bocas de Ceniza) en el Mar Caribe, la Ciénaga de Mallorquín tiene una profundidad media de un metro, una superficie de 6,5 kilómetros cuadrados de cuerpo de agua y más de 300 kilómetros de vegetación, principalmente de manglares.

Se estima que en su área de influencia pueden hallarse 15 especies de animales invertebrados marinos o medusas, 9 de peces como el denominado tiburón nodriza, un  número similar de anfibios, 7 de reptiles, 11 especies de mamíferos como mapache, murciélago, ardilla, entre otros y 81 de aves, así mismo crustáceos como el cangrejo violinista.

Además, se han contabilizado 15 especies vegetales, de las cuales, 4  corresponden a especies de mangle: mangle rojo, mangle Zaragoza, mangle  amarillo y mangle negro.

El proyecto de ecoparque turístico, aunque no ha sido inaugurado, ya está abierto al púbico. Cuenta con un pasadizo de 5 kilómetros, elaborados en madera de pino amarillo, a lo largo de los cuales se podrán encontrar diferentes plataformas para avistamiento de aves, observación del paisaje y turismo náutico.

Caminar por dicho pasadizo, el visitante podrá experimentar un verdadero encuentro con la naturaleza, pues es como caminar sobre las aguas y en medio de la verde vegetación que rodea el lugar.

A lo largo de la caminata se puede apreciar, a lado y lado del pasillo, las especies de aves que sobrevuelan el pedazo de cielo cubre el área, ardillas que corretean en los árboles y los peces que se alcanzan a ver en la profundidad de la ciénaga.

En una parte del pasadizo se levanta una especie de helicoide peatonal por donde transitarán las personas para hacer avistamiento. Las personas ingresarán por un punto, caminarán y darán dos vueltas, una externa y una interna hasta el punto de salida.

Aunque al proyecto tal y como fue concebido por la alcaldía aún le faltan varias etapas para estar completado. En esta ya puede ser visitado por personas que, cada fin de semana, llegan al sitio para su encuentro con la naturaleza.

Actualmente el público puede asistir los fines de semana, desde las siete de la mañana hasta el atardecer. Pero a finales de septiembre, cuando el mismo sea inaugurado, la apertura será todos los días.

La recomendación que se hace por parte de la Administración Distrital es que las personas lleguen en transporte público. Llegar al sitio no representa dificultad alguna, pues el mismo está ubicado a un costado de la denominada vía principal a La Playa y también se puede llegar al mismo por la avenida Circunvalar. Inclusive por el frente de la entrada circulan varias rutas de buses.

En el sitio habrá espacios para el disfrute de la gastronomía propia de la ciudad, a través de los emprendimientos de habitantes de sectores de La Playa. Y otro tipo de emprendimientos que se presentarán como valor agregado al experimento ecoturístico.

El proyecto contempla la creación, en conjunto con la Universidad Simón Bolívar, de un laboratorio de biotecnología y estudios de soluciones basadas en la naturaleza.

El parque ecoturístico ya está abierto, y vale la pena ir, y contemplar lo bello que tiene para mostrar, vale pena descubrir este tesoro que la naturaleza escondía en Barranquilla.