Familia / 21 de octubre de 2023

La unión familiar, primordial en los procesos de resiliencia

Familia unida, siempre permanecerá unida.

Miguel Utria

La reciente pandemia por covid marcó un momento importante en la relación familiar, que hoy cobra importancia en procesos de cambio y desarrollo.

Los cambios sensibles en una familia como el duelo por la muerte de unos de sus miembros, la pérdida de empleo por parte de la cabeza familiar, el viaje a otro país de uno de los padres o hijos, inclusive hechos positivos como la próxima llegada de un bebé, generan en la casa un ambiente tal que se requiere de la toma de decisiones para afrontar nuevos retos y caminos,

Esos cambios requieren de la familia reorganizarse y asumir nuevos comportamientos para superar cuadros de estrés, ansiedad y demás sentimientos y experiencias de sus miembros que les permitan recuperar y mantener niveles óptimos de funcionamiento y bienestar. Esto, lo mismo que la reorganización y la adopción de nuevos comportamientos de todos los miembros del hogar, es lo que conocemos como resiliencia familiar, un concepto que si bien no es nuevo en la práctica, ha adquirido altos niveles de importancia que han requerido de la intervención de la ciencia, la academia y hasta los medios.

La resiliencia familiar es muy importante porque pone de manifiesto que las personas no estamos solas en el mundo sino que las relaciones que establecemos con los demás también forman parte de nuestra propia esencia.

Si bien la resiliencia es un proceso humano y natural, la ciencia la estudia por medio de lo que ve, de la experiencia de las personas y las familias.

En la actualidad existen profesionales dedicados a investigar el tema, a impartir pedagogía al respecto y conformar colectivos para, mediante foros, conversatorios y escuelas de padres de familia, informar y crear conciencia de la importancia al tema de resiliencia. Al mismo tiempo existe una importante y extensa literatura que toca temas afines a los procesos de resiliencia y la importancia que tiene la familia en los mismos.

María Helena Garassini, es psicóloga y psicoterapeuta, con doctorado en psicología y una variedad de estudios en procesos de resiliencia y familia. Hace Parte de un grupo de investigación de la Pontificia Universidad Javeriana,

La psicóloga y psicoterapeuta María Helena Garassini.

Es coautora de una colección libros de familia junto con miembros del grupo de investigación en resiliencia. Son libros dedicados a la familia, y hacen parte de la oferta que tienen  las Hermanas Paulinas en sus librerías para la promoción de escuelas de padre y otras enseñanzas que ellas imparten en institutos de educación.

De acuerdo con la doctora Garassini, la resiliencia en familia requiere que todos los miembros del núcleo en cuestión, dispongan de lo que tienen para promover ayudas entre ellos, pero sobre todo para lograr que entre ellos se superen las dificultades que se tengan.

“Todas las familias transitamos por situaciones y momentos que requieren de atención especial, y no siempre son situaciones negativas, pero casi siempre generan caos y novedad, como por ejemplo cuando nace un bebé que requiere de cuidados especiales, que por ser una novedad centra la atención de todos en la casa, y todos, en alguna medida, participamos en todo”, expresa la especialista.

Apunta la psicóloga que hay situaciones más complejas como el fallecimiento del alguien, la pérdida de empleo que corta los ingresos al hogar, o la partida de un miembro de la familia que decide irse a vivir al extranjero.

Así  mismo situaciones como las diferencias de criterios, posiciones encontradas que requieren del respeto de los demás miembros, aunque no lo compartan.

Indica la doctora Garassini que estas situaciones complejas se presentan en todos los hogares, que las mismas se agudizaron durante la pandemia, y que actualmente estamos en el efecto post pandemia, pues esos días fueron el momento en que algunos miembros de la familia sacaron y dispusieron sus recursos en beneficio o al servicio de los demás.

Considera que se dieron fenómenos como problemas de convivencia porque la cuarentena nos obligó a encerrarnos y encontrarnos con personas que aun siendo miembros de nuestro círculo más cercano, no compartían con nosotros por lapsos tan prolongados, y esto se dio justamente porque no había otra opción que estar juntos compartiendo el mismo espacio.

“Estamos en un momento bueno para reactivar los apoyos que nos brindamos los unos a los otros, y las escuelas de familia, están muy activas en trabajar estas temáticas. Y en este momento, que es una realidad nacional y mundial, esas escuelas están haciendo sus aportes con toda esta experiencia que aportan los diferentes profesionales que las conforman”, anota la doctora.

Explicó que este tema de las familias resilientes debe abordarse de manera sistémica, es decir desde muchas miradas, como por ejemplo, parejas resilientes: de como un matrimonio que lleva años juntos puede brindarse apoyo mutuo para que uno ayude al otro a superar situaciones que se le han presentado.

Paralelo a ello debe abordarse el tema de la crianza de los niños, de tal manera que ellos sientan que tiene un espacio, que sus pensamientos son respetados, y que sientan que están siendo acompañados en sus procesos de conseguir sus espacios, alcanzar sus metas y su desarrollo como personas. Pero también lograr que estos sean consciente del apoyo que pueden y deben aportar a la armonía del resto de la familia.

Un aspecto de suma importancia en la familia es el tratamiento a los adolescentes, pues son personas que están formando su identidad, y su situación es compleja. Y si bien necesita expresarse y ser escuchados, también deben entender y aprender a vivir bajo reglas y en función del respeto.

“El adolescente siempre está buscando expresarse, y a veces puede parecer impulsivo e irreverente, pero olvidamos que ellos tienen  fortalezas, y en este sentido los padres deben saber cómo acompañar a los muchachos desde sus fortalezas y conocer las fortalezas del carácter de ellos”.

“Desafortunadamente la vida moderna avanza con tal premura haciendo que seamos instrumentales, y queramos resolver todo de manera rápida y, a veces, ignoramos las necesidades del otro porque no le preguntamos ni nos interesamos por él”.

Otro aspecto importante en este tema de la resiliencia en la familia es el tema de la comunicación, dominada por el uso de las tecnologías y aparatos digitales. Considera la doctora que si bien es algo que no debe satanizarse, es indispensable que se establezcan reglas para su uso, de tal, manera que cuando haya un encuentro presencial, lo virtual no se convierta en prioridad e ignoremos a quienes están a nuestro lado.

“Lo que se está requiriendo es una especie de capacidad de negociar ante las necesidades modernas y las ventajas que ellas tienen”, argumenta la psicóloga.

Las personas resilientes liberan sus emociones ante situaciones adversas, expresan lo que sienten y piensan, y lo hacen sin generar daño a otros. Esto les ayuda a liberar tensión acumulada. Es muy inteligente dejarse ayudar y pedir ayuda cuando la necesites.

Las características de una persona resiliente son:

  1. Autoconocimiento y autoestima.
  2. Empatía.
  3. Autonomía.
  4. Afrontamiento positivo de la adversidad.
  5. Conciencia de presente y optimismo.
  6. Flexibilidad y perseverancia.
  7. Sociabilidad.
  8. Tolerancia a la frustración y la incertidumbre.

Las investigaciones en el campo de la resiliencia familiar señalan una serie de elementos potenciadores de ese proceso resiliente: El apego y apoyo. Entendiendo la familia como un lugar seguro, afectuoso, que aporta apoyo incondicional a cada miembro y reconoce su valía.

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