La ciruela, que se vende por montones durante el festival, es la materia prima para la elaboración de vinos, pudines, mermeladas, jugos, salsas y galletas, entre otras delicias.
Este proyecto, que ya cumple tres años, busca integrar otras opciones para hacer del corregimiento un destino turístico en el Atlántico.
La privilegiada ubicación de Campeche sobre la carretera de La Cordialidad, es uno de las fortalezas con las que cuenta este corregimiento de Baranoa para el acceso de visitantes y para los objetivos que se han propuesto quienes lideran la denominada ‘Ruta de la Ciruela’, un proyecto turístico y cultural que busca que este territorio haga parte de la oferta turística del departamento del Atlántico.
Campeche es tendencia cada año cuando inicia el mes de marzo por ser la sede del Festival de la Ciruela, la fiesta de la cosecha más importante del centro del departamento que cada año reúne a miles de visitantes durante el puente de San José.
María Alejandra Avilés Guzmán, es guía turística, y lidera el impulso de un proyecto turístico orientado al tema de la gastronomía, proyecto que busca ampliarse a todo el año y no exclusivamente durante el desarrollo del festival.
Ella igualmente hace parte de la Asociación de Hacedores y Comercializadores de los productos de la ciruela campechana como son postres, ponqués, helados, mermeladas, salsas, vinos y demás derivados de esta exótica fruta tropical.
‘La Ruta de la Ciruela’ nace con la idea de impulsar el turismo a través de la experiencia que vivan los turistas que se embarquen en la misma, según explica María Alejandra.
“Experiencias como ser recolector por un día, que no es más que identificar el proceso de los cultivadores al bajar las frutas de los árboles, las herramientas utilizadas, el momento en que una fruta está lista para ser usada en la elaboración de determinado producto, etc.”, explica la guía turística de Campeche.
Lo anterior porque dependiendo del grado de maduración de la fruta puede o no servir para ciertas preparaciones. Por ejemplo, la ciruela madura es la ideal para preparar las mermeladas y vinos, no así para dulces y otros postres que requieren de estas estén a término medio o lo que popularmente se conoce como echas.
Todas esas técnicas son enseñadas a los interesados, pero además estos reciben talleres, por parte de las matronas, sobre cómo se prepara un dulce u otro de los derivados de la ciruela. En estos talleres los turistas también tienen la oportunidad de ponerse el delantal y preparar su propio producto, aquí aprenden a escoger la fruta, lavarlas, picarlas y medir el punto exacto de cocción.
La ‘Ruta de la Ciruela’ incluye un almuerzo típico, presentación de muestras folclóricas y un recorrido por el corregimiento de Campeche.
En 2020 cuando el mundo fue aislado por causa de la pandemia, la ‘Ruta de la Ciruela’ estaba a punto para darse a conocer y ponerse en marcha, pero por el aislamiento, los encuentros fueron suspendidos y solo se lanzó la parte publicitaria, según cuenta su impulsora.
En 2021 se hace una prueba piloto ya con personas haciendo la ruta como tal. Esa primera experiencia fue todo un éxito, más si se tiene en cuenta la atracción que ejerce en el departamento esta fiesta de la cosecha.
Durante los dos últimos años se ha ampliado la ruta en el sentido de conformar varios grupos dada la acogida que ha tenido esta iniciativa entre los turistas. Y para este año los impulsores están haciendo todas las gestiones y se están capacitando para que estas rutas se abran de manera permanente durante los 12 meses del año.
Para ello se ha organizado una especie de agencia que han denominado ‘Campeche Tour’, que sirve de operador del proyecto y que es liderado por un grupo de emprendedores que conforman unidades productivas, entre quienes hay matronas preparadoras de productos derivados de la ciruela, estudiantes, guías turísticos, y se ha incluido a los productores de almojábanas, manjar originario de ese territorio.
“La idea de incluir unidades productivas diferentes a la ciruela es porque queremos ofrecer otras experiencias diferentes como la fábrica de almojábanas, una señora que vende café y sus derivados, entre otros”.
La mayor parte de la economía de los hogares campechanos se mueve alrededor de esta fruta, pues en cada casa hay una fábrica de vino, de dulces, de pudines y de cualquier otro producto derivado de la misma, por lo que se hace necesario que se ponga mayor empeño al tema del cultivo y producción de la fruta.
Y aunque la cosecha se da en los primeros meses de cada año, la producción de los derivados se realiza durante lo que resta del año, es decir que Campeche camina todo el año en medio de la ciruela para dinamizar la producción del denominado ‘oro verde’.
Entre estos emprendedores existe muchas ganas de seguir adelante y mostrar su producto, sin embargo, se han encontrado con inconvenientes como el hecho de que los herederos de los productores del campo parecen rehusarse a sembrar la fruta, quizás porque tienen intereses diferentes al cultivo de la tierra. Por eso a ellos les toca buscar la fruta en otros territorios encareciendo los procesos de producción.
Paralelo a ello su trabajo se hace con esfuerzo propio y el apoyo de empresarios locales porque los entes gubernamentales no han mostrado interés en el proyecto. Sin embargo, tienen la misión de tocar las puertas de las nuevas administraciones, tanto la municipal como la departamental para buscar mayor acompañamiento, y que se les incluye en los Planes de Desarrollo.
“Cuando llegan los festivales nos brindan algún tipo de incentivo. Pero el resto del año no nos miran, no nos tienen en cuenta. En el resto del departamento, la región y le país hay ferias y festivales en los que nosotros podríamos exponer nuestros productos. Pero para eso necesitamos todo el apoyo gubernamental, y es lo que pedimos”, afirma María, quien asegura que entre sus propuestas está la construcción de un parador turístico de la Ciruela.