Saber qué es lo que realmente necesitamos para vivir bien es el punto de partida para lograr un espacio cómodo, más allá de su dimensión. Tenga en cuento el color, la luz, la funcionalidad y la capacidad de almacenamiento de sus muebles.

Los expertos en diseño de interiores dicen que en realidad los espacios pequeños no existen, pero lo que sí abundan son los espacios mal diseñados y mal organizados y el mal gusto. Y se apoyan en una realidad: así como hay apartamentos de 54 metros cuadrados que están tan bien distribuidos que lucen cómodo, espaciosos y –lo más importante— acogedores y confortables, en el otro lado de la moneda se consiguen mansiones en las que no cabe ni un alfiler, con exceso de muebles, cajones, divisiones, paredes, etc, que son absolutamente ahuyentadores.

Ahora bien: ¿quién no quisiera vivir en una mansión o en un apartamento grande? Pero la realidad es que en nuestras ciudades la primera opción hoy es cada vez más inalcanzable pues el precio del metro cuadrado está disparado en las grandes urbes, mientras el desempleo, la informalidad, las tasas de intereses y el salario mínimo, entre otros factores, precarizan el poder adquisitivo y nos lleva a optar por los nuevos proyectos de vivienda, mucho más económicos, pero también mucho más pequeños.

Pero los espacios pequeños también tienen su encanto y sus ventajas. Son más íntimos, tienen un toque romántico y bohemio, y su mantenimiento es mucho más fácil, rápido y económico. Sin embargo, para vivir bien y maximizar un lugar reducido es necesario optimizar con inteligencia los espacios, echando mano de la imaginación y de la infinita gama de soluciones que nos ofrece el mercado.

MiREDvista te presenta cinco recomendaciones de expertos en interiorismo que no solo te ayudarán a hacer que tu hogar se sienta más espacioso, sino que también realzarán su estilo y personalidad.

1. MENOS ES MÁS

No sature su vivienda. Cuando el espacio es limitado lo mejor es emplear el ‘menos es más’, de manera que se reduzcan al máximo los complementos, accesorios y adornos. Ocúpese, eso sí, de tener solo lo necesario y evite recargar el lugar para que genere sensación de amplitud. No se trata de comprar un mobiliario pequeñito; lo que debe ser reducido es el número de muebles. Un aliado para los espacios pequeños son los espejos, que hacen que un espacio parezca más grande y luminoso. Colocar varios espejos pequeños estratégicamente o uno grande en una pared puede crear la ilusión de profundidad y amplitud, añadiendo un toque de elegancia a la decoración.

2. MÁS ALMACENAMIENTO Y MULTIFUNCIONALIDAD

Una manera de ahorrar espacio es aprovechar los espacios libres o huecos que quedan, por ejemplo, debajo de las escaleras, entre un muro y una pared, debajo de una ventana que sobresale, entre columnas, en fin. Esos espacios son fantásticos para adecuarlos con entrepaños, divisiones y puertas y guardar ahí todas esas cosas que requieren ser guardadas, lo mismo que el almacenamiento incorporado en sofás con compartimentos o mesas con cajones. Esto te permitirá mantener el desorden bajo control y aprovechar al máximo cada centímetro disponible. Otra cosa: el mobiliario plegable o multifuncional, como las camas abatibles, sofá camas o muebles que cumplan una o más funciones y que además tengan capacidad de almacenamiento en el interior, son los modelos más adecuados para optimizar espacio. Se aconseja también que las divisiones entre ambientes sean delgadas, aprovechar los espacios del suelo al techo, por ejemplo para una biblioteca, y tener la cama en otro nivel, como en las alturas. De igual forma, los muebles con formas redondeadas suelen ser una mejor opción que los cuadrados o rectangulares. Un comedor redondo, por ejemplo, ocupa menos espacio visualmente y facilita la circulación alrededor de él. Además, agrega un toque de estilo y elegancia al área.

3. CLARIDAD, LUZ, ORDEN Y LIMPIEZA

La maximización del espacio también se logra con el uso adecuado de la luz y los colores, y teniendo todo limpio, en buen estado y en su respectivo lugar. Sin duda, los colores claros, como el blanco o el gris claro, pueden hacer que un espacio se sienta más grande y luminoso, además que crean el telón de fondo perfecto para resaltar los muebles y accesorios, añadiendo un toque de sofisticación al ambiente. Ahora bien, una iluminación adecuada transforma la percepción de un espacio. Da muy buen resultado combinar luces ambientales –con lámparas de pie, de techo o apliques de pared— con luces dirigidas para resaltar áreas específicas. Esto no solo hará que la habitación se sienta más amplia, sino que también agregará profundidad y calidez al ambiente. Y como para cada cosa de la casa debe haber un lugar, tenerlo todo organizado, limpio y funcional ayudará a que entrar, salir, y permanecer en casa sea una experiencia placentera y no un caos.

4. A LA PARED, MEJOR QUE AL PISO

No lo pienses mucho, en los espacios pequeños, todo lo que pueda ir adosado a la pared será mucho más práctico y funcional que si va en el piso. Por ello, utiliza soportes en la pared para el televisor y otros electrodomésticos; repisas fijas para poner tus porcelanas y floreros y estantes flotantes para la biblioteca, pues además esto genera orden y facilita la limpieza. Tenga en cuenta otra cosa: no es necesario tener un mueble gigante para el televisor, si podemos optar por un centro de entretenimiento apto para el espacio que se tiene, y que pueda cumplir otras funciones.

5. SÁQUELE ‘EL JUGO’ A CADA CENTÍMETRO

Para optimizar al máximo el espacio es importante definir correctamente el diseño de la vivienda y la manera en la que distribuimos los espacios que hay en ella. A la hora de estructurar una casa pequeña es muy útil reducir el número de paredes. Los muros ocupan espacio por sí mismos y quitan luz natural a la vivienda, y esto es algo que queremos evitar cuando los metros cuadrados no sobran. Si, por ejemplo, abrimos o integramos la cocina al resto de la casa, o al menos al comedor, ganaremos espacio y crearemos una estancia más confortable en la que vivir. Si aun así preferimos mantener una cierta separación –permanente o para ocasiones puntuales— podemos utilizar divisores movibles que dividan los diferentes espacios del hogar: por ejemplo la cama de nuestro escritorio de trabajo en la habitación o la cocina de la sala de estar. En habitaciones de formas convencionales, los armarios, así como otros muebles de almacenamiento, pueden pasar desapercibidos si tienen frentes plegables, y acabados lisos y sin manijas. En los espacios que se necesiten puertas, se recomienda que estas sean corredizas o plegables, de esta manera, se ahorra el espacio que necesitan para abrir o cerrar cuando son giratorias.