A propósito de la nueva ley sancionada en el Estado de Florida, Estados Unidos, ¿qué dice la normatividad colombiana sobre la restricción a menores de edad de estas maneras de comunicar?
En días pasados fue tendencia en los medios y redes sociales la decisión del gobernador de la Florida, Ron DeSantis, de prohibir el acceso a redes sociales a menores de 14 años, tras sancionar una ley que había hecho curso en el Congreso. La ley exige además que las personas de 14 y 15 años tengan el consentimiento de los padres para hacer uso de las redes.
La decisión, que es la sexta que toma un gobierno estatal, ha puesto a pensar a cientos de miles de personas en el mundo sobre la posibilidad de implementar este tipo de normas, al tiempo que involucrados en el tema han hecho públicas sus posiciones al respecto.
Quienes apoyan la decisión del gobernador de Florida dicen que esperan que la ley frene los efectos nocivos de las redes sociales en el bienestar de los niños, como ansiedad, depresión y otras enfermedades mentales debido a las interacciones en línea.
Pero quienes se oponen a la misma aseguran que esta nueva legislación viola la libertad de expresión, al considerar que son los padres, y no el Estado, los responsables de tomar las decisiones sobre la presencia de sus hijos, de todas las edades, en las redes sociales.
Antes de la Florida, ya habían aprobado leyes similares los estados de Utah, Arkansas, Texas, Luisiana y Ohio, mientras que otras localidades estadounidenses estudian esa posibilidad.
La ley firmada por DeSantis, que regirá desde enero de 2025, exige a los dueños de las plataformas cerrar todas las cuentas de personas que tengan menos de 14 años de edad, y a los de 14 a 16 años que cuenten con el aval de sus padres.
La empresa Meta, matriz de Instagram y Facebook, rechazó la sanción de la ley, y argumentó que ello planteará problemas de privacidad de datos, debido a que los usuarios tendrán que proporcionar información personal para verificar su edad. Sin embargo, dijo apoyar la legislación federal en el sentido que las tiendas de aplicaciones en línea garanticen la aprobación de los padres para las descargas que hagan sus hijos menores de edad.
Aunque la ley de DeSantis no se refiere a una red social en concreto, sí afirma que sus objetivos son los sitios que promueven la «navegación infinita», muestren métricas de reacción como los «Me gusta», incluyan videos de reproducción automática y dispongan de retransmisiones en directo y notificaciones push.
La ley también deja exentos los sitios web y aplicaciones cuya función principal sea el correo electrónico o los mensajes de texto entre un remitente y un destinatario.
La medida obliga a las compañías de redes sociales a eliminar permanentemente la información personal recopilada de las cuentas canceladas y permite a los padres interponer demandas civiles ante las empresas que no lo hagan.
El tema no es nuevo para Colombia, y en ese sentido se han establecido normas desde el Gobierno y el Congreso para regular y proteger tanto el uso de las redes como la seguridad e intimidad de las personas usuarias.
Entre las normas que existen en nuestro país para garantizar el buen uso de las redes sociales, está la prohibición de que los usuarios sean menores de 14 años, así como pedir o publicar datos de un menor, sin el consentimiento expreso de sus padres. Las normas también exigen a las empresas de redes sociales verificar la edad de todos los titulares de cuentas, incluidos los adultos.
Estudiosos del tema de redes sociales han manifestado que entre las consecuencias que puede traer el uso de las redes sociales está la violación al derecho a la intimidad, cuando un tercero roba las fotos, los videos y demás publicaciones de una persona, inclusive hasta puede robarle el perfil de Facebook, Twitter, etc.
Para algunos conocedores del tema en Colombia, este tipo de iniciativas es visto con buenos ojos por considerar que el uso inadecuado de las redes sociales ha dejado secuelas en la salud mental y en comportamiento, especialmente de los más jóvenes.
Adicción, depresión, insomnio y la imposibilidad de relacionarse socialmente otras personas son algunas de las afecciones que algunos expertos detallan en la afectación que en las personas más jóvenes, que han visto tras estudios y observaciones que han hecho del uso de las redes sociales.
Indican estos observadores que estas herramientas que nacieron para facilitar la comunicación y compartir momentos especiales con familiares y amigos, fueron convertidas en maneras de medir la popularidad, o lo bien que lucimos en la actualidad. Y consideran que ese manejo se nos saló de las manos.
Felipe Lizcano es un experto y estudioso de las redes sociales, sus efectos y bondades, y asegura que la prohibición del uso de las mismas no es la solución a estos problemas, y que en Colombia se deben adoptar medidas como la educación a los menores usuarios de redes y a sus padres.
“Mejor que prohibir es educar. Eso no es como aprender a nadar que uno coge al niño lo lanza al agua y espera a ver como se desenvuelve, sino que uno lo acompaña, y en medida que él va teniendo una autonomía, se va soltando”, afirma Lizcano.
Con Lizcano coincide la médico psiquiatra barranquillera Wadeth Chams, quien asegura que lo que debe es encaminarse la norma a educar a los padres y cuidadores de los menores en esto de los avances tecnológicos para que estos puedan orientar a los niños menores de 14 años.
Asegura Chams que noto en las redes sociales es malo porque eso hace parte de los avances y cambios de la humanidad y las personas no podemos marginarnos de ello sino adaptarnos a esos cambios y para ello debemos educarnos.
Manifiesta que si bien los menores de edad son quienes más han padecido de afectaciones en sus emociones y salud mental por causa de las redes sociales, es más que todo por un inadecuado seguimiento de los padres y mayores, quienes al desconocer cómo es ese manejo les es imposible guiar a sus hijos.
“Pero no todo es malo porque está demostrado que gracias a las redes sociales muchos niños y jóvenes que no eran capaces de manifestar sus emociones y sentimientos, han aprendido con las redes a decir, “me gusta”, “te extraño” o “te amo”. Entonces, las redes sociales no son del todo malas, lo que pasa es que los mayores no tenemos a veces el conocimiento para llevar a nuestros hijos por un buen uso de las mismas. Y con la prohibición del uso de las redes, nada lograremos, porque bien sabido es que los niños pueden crear perfiles falso con edades alteradas, inclusive desde el mismo celular de sus padres”, apunta la psiquiatra.
La profesional de la medicina asegura que además la norma que exige que los menores de edad entreguen datos sobre su edad, los deja expuestos en las redes cuando la empresa accede a que ellos abran sus perfiles, pues todos en la red sabrán que se trata de un menor de 14 o 15 años, dejándolos vulnerables ante un acosador o persona malintencionada.
El debate está abierto, y mientras en el mundo más estados buscan salidas para este tipo de problemáticas, en Colombia una vez más se acude al legislativo para buscar noemas que regulen el uso y abuso de las redes sociales tanto por parte de mayores como de menores de edad.
Recientemente el representante a la Cámara Carlos Vallejo, radicó un proyecto de Ley que busca medidas para la protección y el manejo adecuado de las redes sociales en nuestro país.