Personaje / 26 de septiembre de 2020

Moda de alto vuelo con el sello del vallenato Darío Valencia

Miredvista.co

Este diseñador es reconocido en Bogotá por vestir en los 90 a las celebridades que salían en las portadas de importantes revistas y por haber hecho el vestuario de grandes producciones nacionales. Hoy dirige su casa de modas en su ciudad natal.

Enterizos con el toque de Darío Valencia

Darío Valencia se atrevió a soñar, a romper esquemas y a hacer realidad lo que desde niño soñó, cuando ahorraba de su merienda para comprar las revistas de Harper’s Bazaar y se extasiaba viendo los diseños de Valentino, Ives Saint Laurent o Carolina Herrera, los mismos que después replicaba en las muñecas de su hermana.

“Tenía claro que el diseño era lo mío”, dice hoy, cuando es considerado uno de los diseñadores vallenatos más importantes del país.

Para él optar por el diseño de modas no fue una decisión fácil en aquella Valledupar de finales de los 80, donde no era común que alguien optara por esa profesión y menos si era un hombre. “Por decirlo de alguna forma, yo era un diseñador en el closet. Pero mi mamá siempre fue una mujer de mente abierta y por eso me dijo: No quiero que seas un fracasado y me apoyó desde un comienzo”, recuerda.

Fue así como se fue a Bogotá a los 18 años, a estudiar en la Escuela de Diseño de Arturo Tejada Cano, donde se graduó hace 30 años como el alumno más destacado en su segunda promoción, por su creatividad, buen gusto y destreza. Al terminar, se vinculó a la revista Cromos en la producción de portadas, vistiendo a las modelos, reinas y celebridades que destacarían en ella.

Los cinturones, detalles en bolsilos y apliques en las botas son muy característicos en los diseños de Darío Valencia.

“Yo comencé haciendo vestidos de baño, y como siempre veía la revistas y las fotos tan lindas de la portada, un día me fui a buscar al periodista Hollman Morales, que era quien hacía las entrevistas a las reinas, para mostrarle mis diseños y para que dejara que los lucieran. Llevé 10 en un maletín. Él me remitió adonde la exreina María Mónica Urbina, a quien le harían unas fotos con María Teresa Egurrola. Y que fuera adonde ella y se los mostrara, y que, si le gustaban, pues no había problema. Resultó que a María Mónica le gustó mucho lo que le llevé y se puso mis vestidos de baño en aquellas fotos. De ahí seguí colaborando hasta que me quedé”, cuenta.

Fue así como Darío se convirtió en el vestuarista de importantes publicaciones del momento, como Vanidades, En forma, Mía, Nueva, entre otras, además de Cromos. “Estaba en casi todas las revistas, cada semana estaba en portada”, recuerda.

Posteriormente, le proponen irse para Caracol televisión como diseñador de vestuario de series y telenovelas, donde vestía por igual a hombres, mujeres, niños ancianos, lo cual, dice, le ayudó a ampliar sus horizontes en el diseño Fue el diseñador de la novela Solo una Mujer (actuaban Viena Ruiz, Marcelo Cezán, Angie Cepeda, Isabella Santodomingo y Nórida Rodríguez); Tentaciones, La Sombra del deseo, Sábados Felices, El amor es más fuerte, El magazín Caracol y Flor de oro, entre otras.

Esta experiencia en un canal de TV le permitió forjar amistad con las actrices de moda en ese momento, entre ellas Nórida Rodríguez, Adriana Ricardo, Xilena Aycardi y Luly Bosa. La mamá de esta última fue, además, su maestra en el taller de costura en la Escuela. “Ellas son como mis hermanas”, dice.

Pero cuando ya tenía casi 15 años viviendo en la capital le entró la nostalgia por su ciudad natal y, además, por su mamá, Cielo Peñaloza de Valencia, a quien veía muy sola. Por eso regresó a su tierra, donde ha forjado una prestigiosa casa de modas que hoy da trabajo a 20 personas y con la que vende a nivel nacional e internacional y ha participado en las más importantes ferias de moda del país.

Su experiencia en la televisión le ayudó a labrarse un estilo más universal; por eso Darío Valencia dice que no se encasilla en una línea, y de hecho por su tienda en Valledupar se pasean desde las más elegantes señoras vallenatas, hasta actrices, modelos, músicos vallenatos y más de un político de la región.

Si bien hace trajes sobre medida para grandes ocasiones, estos son solo por encargo; lo suyo es el pret a porter  (es decir, la ropa lista para llevar) y su sello está en los detalles de cada prenda: los cuellos especiales, las grandes mangas, las vistosas arandelas, los anudados y los cinturones de todos los estilos, que son un sueño. “Me gusta lo bueno, las telas finas, el lino para las ocasiones elegantes de los señores, pero también hago prendas más modernas, como bermudas y las camisas estampadas, favoritas sobre todo de los artistas”.

Propuesta en palo de rosa, con apliques.

A Valencia le gusta el diseño que perdura y que se vuelve atemporal. No se rige por las tendencias del momentos, pues dice que estas son efímeras. “El diseño es arte, y por eso el diseño hay que hacerlo con amor. Yo siento que para mi un vestido es como cuando la mujer se prepara para tener un hijo, que quiere que sea sano y bello. Es similar mi deseo. Me esmero por cumplir el deseo de mis clientas y quiero hacer el diseño más bello para ella. Cuando ellas me dicen: Esto es lo que yo soñaba, me siento pleno, feliz”, dice.

Finalmente, este diseñador vallenato considera que en el diseño se mantiene quien trabaja día a día  con mucha disciplina y una gran dosis de amor. “Todo el que tiene una profesión tiene sus metas y la mía es que mi trabajo se vuelva universal. Pero esto solo es posible con trabajando con amor y siendo disciplinado. La disciplina es importante porque vence todo y te permite alcanzar lo que quieras en la vida”, asegura.

‘Oversize’,  tendencia en fin de año

Sobre la moda que se llevará en este fin de un año tan singular como 2020, el diseñador vallenato dice los pronósticos son inciertos tras los largos meses de cuarentena que vivió el mundo este año. “La gente lo que valora ahora, y mucho, es la comodidad. Fíjate que ya no es extraño encontrar en pijama en el supermercado a gente que antes se preciaba de elegante. Por eso creo que la moda oversize, es decir las prendas anchas, descomplicadas y sin tanta cosa serán las que se impondrán”, conceptuó.  Dice que por lo general la gente se arregla para que los demás la vean bien, pero que el uso permanente del tapabocas hace que ya las personas, sobre todo las mujeres, no quieran arreglarse mucho y que eso se hará evidente aún en el fin de año.. Sin embargo, señaló que, de todos modos, el animal print, el dorado, plateado y el rojo nunca pasan de moda en las fiestas y que seguramente muchos seguirán esa tendencia.

De vendedora de pescado a modelo

Una de las cosas que más contento tiene al diseñador Darío Valencia fue el descubrimiento de Carmen Verbel como modelo. Ella es una joven cartagenera de 18 años, deportista, y que decidió irse a vivir a Valledupar con unas tías, a quienes ayudaba en la venta de pescado. “La vi un día, hace como año y medio, en la Calle del Cesar, en el centro, y le dije: ¿qué hace una mujer tan linda vendiendo pescado? Le di una tarjeta, pero ella no me llamó. Sin embargo, volví a encontrarla en un casting que hice para un desfile de modas que estaba organizando para una obra social con las hermanas clarisas. Obviamente no solo la escogí para ese acto, sino que ella se ha convertido en la imagen de mi casa de modas y le he ayudado a cumplir su sueño de niña, que era ser reina o modelo”, cuenta. Hoy Carmen se consolida como modelo no solo en el país, sino que ya tiene oferta para trabajar en Ecuador y en Estados Unidos. “Es realmente gratificante haberle ayudado a cambiar su vida y a lograr su sueño. Ella es una modelo increíble”, puntualiza.

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