Amerita este tiempo que estamos viviendo hacer algo diferente en la cocina. El mes de diciembre trae unas fechas a festejar que nos recargan de espíritu de fiesta, amistad, familia, una nueva esperanza que llega, un cielo despejado que titila estrellas, nuestro vestir amerita tener algo nuevo, en nuestro hogar la familia entra y sale con una alegría compartida.

Sí…es diciembre, es el Adviento de los cristianos, es el cierre de labores, hay balances que presentar y es el cierre de un año. Pero también, este es un mes en donde nuestro estado de ánimo se altera. En nuestro corazón puede asomarse una que otra lágrima, la despedida de amigos o seres queridos que ya no están y que nos dejaron huella. Nostalgia, tristeza, silencios, melancolías…pueden darle un giro a nuestro sentir. Solo tres palabras obran el milagro del cambio…el amor, la fe, la esperanza. ¿Y saben qué…aunque no lo crean? Una deliciosa y nueva receta nos vuelve el alma al cuerpo como dice el dicho. Aquí está esta armonía de sabores para que la hagan y compartan  en familia en estos días de esperanza navideña.

RECETA

INGREDIENTES

1   – pollo de tamaño medio.

250  gr de arroz.

1   – litro de jugo de naranja.

1   – cebolla blanca grande.

1   – un trozo de jengibre fresco.

1/4   de vino jerez seco.

2   – cucharadas de azúcar.

2   – cucharadas de vinagre.

6   –   cucharadas de salsa soya.

3   – cucharadas de harina de maíz.         aceite para freír – sal – pimienta.

PREPARACIÓN

Vamos a cortar el pollo en trocitos pequeños y lo vamos a cocinar en una olla con el jugo de naranja, tapamos la olla. Y cocinamos durante 15 o 20 mm a fuego lento. Al estar cocidos los escurrimos, le ponemos el punto de sal y pimienta y los secamos. Luego los rebozamos en la harina, los freímos en el aceite caliente hasta que estén crujientes. Picamos la cebolla y el jengibre y las doramos en una sartén con un poquito de aceite durante un par de minutos. Añadimos el jerez, el azúcar, el vinagre y la salsa soya, lo llevamos a ebullición y lo tenemos a fuego lento hasta que se haya disuelto el azúcar.

Esta salsa la ponemos sobre el pollo. El arroz lo vamos a cocinar perfecto con un poco de achiote y unos ajos machacados para darle un delicioso sabor criollo. Como estamos de fiesta, vamos a buscar una bandeja bien bonita, ponemos el arroz, le hacemos un espacio en la mitad y colocamos el pollo con su exquisita salsa.

NOTA: Esto puede ser una receta duplicando los ingredientes según sus invitados. Y perfecto para maridar con un buen vino blanco o una cava bien fría. ¡Feliz Navidad.!