Ya sean naturales o artificiales, esta forma de decorar el pelo ha vuelto a ‘mandar la parada’ como complemento en el ‘outfit’ femenino.

Como la moda va y viene, la tendencia que llega con mucha fuerza este año son las flores como decoración para el pelo.

No es nada nuevo. A lo largo de las décadas han sido usadas en infinidad de civilizaciones, no solo en ciertas ceremonias, sino en peinados casuales como complemento en el outfit femenino.

En los años dorados de Hollywood, por ejemplo, muchas estrellas usaban flores para adornar su cabellera o peinado, como de Rita Hayworth y Brigitte Bardot, entre otras.

Es más, Frida Kahlo, una de las mujeres más influyentes en la historia del arte universal y referente de empoderamiento femenino,  convirtió ese tipo de decoración como parte de su identidad. Lo llevó como corona, hechas con dahlias y crisantemos, a través de la cual expresaba las raíces de la cultura de su país. Las rosas, que también cultivaba en su jardín y por la que sentía predilección, también eran sus favoritas de la pintora mexicana.

En la cultura flamenca cada flor y cada color igualmente tiene su significado.  En Sevilla, España, se ha mantenido viva la tradición de la flor en el pelo durante generaciones. Decorarlo es considerado como una expresión artística que ha cautivado corazones en todo el mundo con su pasión, ritmo y emociones desbordantes.

Muchos de los diseñadores más famosos han reinterpretado la flor en sus colecciones y en alfombras rojas de renombre como el Met Gala y otros festivales. Es el caso de Dolce & Gabbana,  que en uno de sus desfiles la modelo y personalidad de la televisión, Kendall Jenner, llevó una flor roja en su cabello recogido. Este cruce entre la moda y el flamenco ha dado lugar a diseños únicos y elegantes que se ven en todo el mundo.

Otra referente que ha marcado esa tendencia,(a raíz de su personaje Carrie Bradwhaw de la serie original Sex and the City) es la actriz Sara Jessica Parker, quien como amante de la naturaleza, se ha distinguido por llevar toques florales en los vestidos y en la cabeza.