Hace pocos días mi hija menor, Andrea, se sintió profundamente triste y decepcionada porque la beca por la que tanto trabajó en su equipo de baile no la pudo conseguir. Hizo tantos esfuerzos, trabajó tan duro para el equipo, nunca faltó a un ensayo, le puso amor, pasión y corazón a cada actividad que realizó y en su corazón siempre guardó la esperanza de que ganaría una de las 3 becas disponibles para ir a la universidad y al final no lo consiguió.
Pude ver a distancia su cara de tristeza cuando su nombre no fue mencionado y en su lugar otras 3 niñas (2 de las cuales son literalmente millonarias) fueron las beneficiarias. Una vez terminó la ceremonia no se quiso quedar allí y me dijo con voz temblorosa, vámonos ya. Entendí su frustración, su dolor, su rabia e incluso su decepción, absolutamente normal para cualquiera, especialmente cuando tienes 18 años, pero también se convirtió en una gran oportunidad de aprendizaje y crecimiento personal. Me dijo: “Mami, trabajé tan duro para esto, hice las cosas bien para nada”.
“¡Para nada no!, le respondí, porque la satisfacción más grande que debes tener ahora es que hiciste las cosas bien y que dejaste una increíble huella en este equipo donde hiciste historia al convertirte en la primera integrante de las Safiras, y, sin ser la capitana, fuiste reconocida como la mejor bailarina del equipo por el Distrito Escolar de Katy, en una ceremonia privada a la que solo asistieron los mejores 12 estudiantes de cada High School del distrito, y tú fuiste la única de Seven Lakes en esa categoría de danza, que lo consiguió. El gran aprendizaje de hoy es que nunca debes hacer las cosas esperando un reconocimiento o una recompensa, debes hacer las cosas bien porque vienen desde el fondo de corazón, con la emoción de contribuir desde el servicio y no porque esperas algo de los demás. Hoy no ganaste la beca, es cierto, y sé que te lo merecías, pero ellas también tenían sus méritos, así que hija, nunca corras la carrera de los demás; hacer las cosas bien traerá enormes beneficios para tu vida, porque a menudo el camino corto se convertirá en el camino largo. El éxito se pelea con las salidas fáciles, hoy has crecido como ser humano y la vida te sigue “regalando” lecciones para continuar formando tu carácter”.
Así que, aunque sé que esta sensación de “pérdida” la acompañó por varios días, recibir otras buenas noticias que validan sus aptitudes como bailarina y líder han hecho sus días más llevaderos y han aumentado su autoconfianza.
Les cuento esta historia porque muchas veces sucede lo mismo con nuestros negocios. Sentimos que aunque hacemos las cosas bien, que nos esforzamos enormemente por sacar adelante nuestras ideas, cumplir con todas las normativas y trabajar con honestidad e integridad, no avanzamos. A menudo, muchos nos preguntamos: ¿Cómo es posible que esta persona que comenzó después que yo, que no tiene mi experiencia o que sabe la mitad de lo que yo sé, tiene resultados tan sorprendentes y yo no?” . Mi respuesta es la misma que le di a mi hija: “Nunca te canses de hacer las cosas bien” porque en el momento que menos te lo imaginas el viento comenzará a soplar a tu favor, en tu tiempo, en tu momento, con tu propia historia.
En este mundo en el que nos comparamos tanto y en el que nos sentimos poco suficientes, recordar lo mucho que hemos logrado y avanzado, desde la plena convicción de que estamos ofreciendo un buen producto o servicio y nos esforzamos para que nuestros clientes obtengan lo mejor de nosotros mismos a la larga se convierte en uno de tus mejores activos, porque te dan credibilidad y aumentan la confianza en lo que ofreces.
Quizás no estás creciendo porque estás solo, porque no has pedido ayuda, porque no te apoyas en otros, porque te sientes cansado e incluso frustrado y no has aprendido a manejar las emociones que te impiden lograr tus objetivos. Quizás eres demasiado terco (a), o simplemente cada reto del negocio te está ayudando a fortalecer tu carácter como empresario y regalándote lecciones de crecimiento para poder soportar con entereza y madurez el éxito que está cerca. La biblia lo dice en Lucas 16: 10-13 «El que es fiel en lo poco, también será fiel en lo mucho; y el que no es fiel en lo poco, tampoco lo será en lo mucho”.
Hoy siéntete feliz de estar haciendo lo correcto y busca asesoría, acompañamiento e inspiración si crees que estás demasiado solo en el proceso
