Carmen Viveros debuta con fuerza en la escena documental internacional. Su ópera prima fue una de las seleccionadas para representar a Colombia en la sección de industria de DOCSBarcelona.
En el cambiante y exigente universo del cine documental, donde cada historia es una ventana hacia la realidad y también una forma de interpretarla, la voz de una mujer caribeña emerge con fuerza, sensibilidad y lucidez.
Se trata de Así es la vida, ópera prima de la barranquillera Carmen Viveros, un proyecto que no solo expone un mundo íntimo y profundo, sino que también representa una ruptura frente a las narrativas tradicionales del cine latinoamericano, especialmente aquellas hechas desde y sobre el Caribe.
Este largometraje, desarrollado en el cruce de varios territorios Suiza, Estados Unidos y Colombia fue una de las obras seleccionadas para representar a Colombia en la sección de industria del DOCSBarcelona 2025, uno de los festivales más importantes del circuito europeo dedicado al cine documental, que se celebró en la ciudad condal del 8 al 18 de mayo.
La presencia de Viveros y su proyecto en este espacio no es un logro menor: se inscribe dentro de un proceso de internacionalización del cine documental hecho por mujeres en América Latina, y pone al Caribe colombiano en el centro de una conversación global.
UN PROYECTO TRANSNACIONAL CON RAÍCES PROFUNDAS
Así es la vida no es un documental cualquiera. Es una obra que nace del deseo de explorar, de escuchar y de contar desde las entrañas, desde lo vivido y lo heredado.
La investigación comenzó en el Departamento Cinéma du réel de la Haute École d’Arts et de Design (HEAD) de Ginebra, una institución reconocida por su enfoque en el cine como arte y como herramienta de pensamiento crítico. Desde allí, la directora construyó un proceso narrativo que mezcla el documental observacional con el ensayo audiovisual autobiográfico.
Lejos de una estructura lineal o convencional, la película se organiza en capítulos que abren espacio a la escucha, permitiendo que un grupo de mujeres del Caribe colombiano mujeres reales, anónimas, sabias compartan sus historias, mitos, silencios y memorias. En ese tránsito entre el yo y el nosotras, entre lo íntimo y lo comunitario, surge una narrativa poderosa que dialoga con temas como el territorio, la oralidad, el medio ambiente, los afectos, los roles de género y la ancestralidad.
La película también tiene un motor espiritual: la lectura de Siddhartha, la célebre novela de Hermann Hesse, premio Nobel suizo-alemán, funcionó como punto de partida para un viaje interior que no se queda en lo individual, sino que se expande hacia lo colectivo, hacia las otras mujeres que, como la directora, también buscan comprenderse en medio de los condicionamientos culturales, sociales y geográficos que las atraviesan.
ECOS DEL CARIBE GLOBAL
El rodaje de Así es la vida se realizó entre Suiza, Estados Unidos y varias regiones de Colombia, lo cual le da a la obra una dimensión transnacional sin perder su anclaje en lo local.
Este proyecto ya ha recorrido espacios estratégicos para el fortalecimiento de la mirada femenina en el cine colombiano: FemLab, del Festival Internacional Cine en Femenino; el Cluster MIA, del Festival Internacional de Derechos Humanos; y SAPCINE, Salón de Productores y Proyectos Cinematográficos.
Estos laboratorios y plataformas han sido claves para la consolidación de una obra que busca no solo llegar a las pantallas, sino también generar reflexión, debate y nuevas conexiones en la industria audiovisual.
ENCUADRADAS: VISIBILIZAR EL CARIBE DESDE LAS MUJERES
La participación de Así es la vida en DOCSBarcelona coincidió con otro hito importante: la realización de un espacio curado por la plataforma Encuadradas, liderada por la gestora cultural y productora barranquillera Delfina Chacón, quien desde hace varios años impulsa proyectos enfocados en visibilizar el trabajo de las mujeres en el cine del Caribe colombiano.
En alianza con la organización catalana Done Visuals y la Muestra Internacional Documental de Bogotá (MIDBO), Encuadradas presentó una muestra de obras documentales dirigidas por mujeres caribeñas en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, uno de los epicentros culturales de Europa.
Las películas proyectadas fueron: Two-Spirit, de Mónica Taboada; Fishing her: mujeres de sal, de Ana María Jesse Serna; La poderosa, de Mavis de la Ossa; y Redbird and other birds, de Julieta María.
La jornada culminó con un conversatorio moderado por la documentalista colombiana Mar López Zapata, que permitió contextualizar estas obras dentro de los procesos de creación, investigación y producción que se gestan en el Caribe colombiano, a menudo al margen de los grandes centros de decisión del cine latinoamericano.
UN CINE QUE BUSCA ALIANZAS, NO PERMISOS
Así es la vida llegó a DOCSBarcelona con un objetivo claro: crear alianzas estratégicas con productores, distribuidores y festivales europeos que conecten con la sensibilidad y la poética del proyecto.
No se trata de buscar validaciones externas, sino de establecer vínculos con aquellos circuitos que apuesten por el cine como un espacio de transformación social, de encuentro entre culturas y de reflexión sobre los territorios y sus voces.
En tiempos donde el contenido audiovisual tiende a la rapidez, la saturación y lo superficial, este tipo de obras proponen lo contrario: la pausa, la escucha, la mirada íntima, la raíz. La película de Viveros no responde a las lógicas de mercado, sino a las del alma, del tiempo vivido, del silencio como forma de resistencia.
