Pronto lanzará un libro en defensa de esas frases halagadoras que van hacia las personas.
Apenas el presidente Duque anunció la fecha para que los colombianos entraran en confinamiento, lo primero que hizo Amparo Grisales fue armar su maleta, recoger algunos de sus libros, máquinas y demás implementos para hacer ejercicios para pasar la cuarentena lejos del mundanal ruido.
Junto con sus hermanas se fue a El Peñón, Girardot, donde la familia tiene una moderna casa en uno de los condominios campestres que cuenta con amplias habitaciones, piscina al aire libre, zonas verdes, entre otras comodidades.
Pese a que muchos medios de comunicación la han buscado para que diga dónde está y a qué se dedica en estos tiempos, la diva ha preferido cuidar su privacidad y estar alejada de las cámaras.
“Le he sacado el gusto a este confinamiento en las ocho semanas que llevo aquí”, dijo a esta revista la sexy actriz, quien confesó que ha preferido no ver noticieros, ni nada que tenga que ver con ese “bicho raro”, cuando se refiere al Coronavirus, porque para ella ese nombre que le han puesto al virus “tiene mala vibración” y por eso evita pronunciarlo.
Además de tener la dicha de respirar aire puro y hacer sus ejercicios de rutina que, según ella, ha incrementado porque le ha sobrado tiempo lo que le ha permitido reafirmar su cuerpazo, Amparo le dedica tiempo a la lectura y a “pulir” más su inglés, sobre todo la pronunciación, con una profesora vía Skipe.
Cualquier día se le da por experimentar platos en la cocina, aunque no es su fuerte; comenta que todas las noches reza el Rosario con sus hermanas y no deja de echar una llamada a la fundación que cuida perros y que ella ayuda.
“Estoy haciendo una profunda investigación sobre el piropo para un libro que me encomendaron”, comenta sin adelantar detalles. Para ella el piropo es un halago o elogio a la apariencia física de una persona. Por eso no acepta que algunas expresiones no halagadoras que algunos hombres lanzan en espacios públicos a las mujeres los califiquen de piropos. “Esos son indeseados, vulgares y si tienen contenido sexual, mucho peor. No ponderan la cualidad de alguien, especialmente la belleza de una mujer”.
La idea del libro venía caminando desde la vez que Amparo y la también actriz Alejandra Borrero asistieron a un conversatorio sobre el Rol de la Mujer, que terminó en discusión.
Borrero dijo esa vez que «el piropo se ha malentendido y se usa para decir cosas horrorosas. Las mujeres son ofendidas, viven asustadas por los piropos que les dicen en la calle», a lo que Amparo le respondió: “El piropo como tal es una palabra que se dice en admiración o halago a otra persona. Si son palabras feas, entonces ya no es un piropo”.
A raíz de la aparición de la pandemia en el país, Amparo Grisales tuvo que aplazar un viaje a San Andrés, donde estaría grabando una nueva película. Pero mientras todo llegue a la normalidad, sigue sacándole el gustico al encerramiento.