“Tu actitud muestra tu entusiasmo, tu energía, tu fuerza, tu ilusión, lo muestra todo de ti”
La actitud muestra el modo en el que una persona afronta la vida o se enfrenta a situaciones adversas o difíciles que se atraviesan en su camino; por ejemplo, la forma de asumir la muerte de un ser querido o la pérdida de un empleo, cada persona, según su actitud, reacciona de forma diferente, inclusive, hasta salen fortalecidos.
Antes de avanzar, es importante diferenciar actitud de aptitud. La actitud se refiere al temperamento o comportamiento habitual de una persona frente a determinadas situaciones o circunstancias, en tanto que la aptitud es el talento, la habilidad o la destreza de una persona para realizar una actividad, función o servicio.
Ahora bien, la actitud se trabaja de una manera consciente a través de una decisión personal. En este sentido, se presentan dos tipos de opciones de actitud: positiva y/o negativa. La actitud negativa se presenta cuando se procede siempre de manera pesimista, derrotista y de fracaso; comportamiento que conduce inevitablemente a presentar pensamientos negativos, sentimientos de dolor y sensaciones de sufrimiento.
Actitud positiva: se presenta cuando se procede siempre de manera alegre entusiasta y enérgica; comportamiento que conduce a presentar pensamientos de ilusión, sentimientos de alegría, felicidad y sensación de estar en conexión con el presente y alcanzar el éxito.
Hay un grupo de personas que adoptan ante la visa actitud neutra. Son esas personas en las que los pensamientos no están teñidos por una emocionalidad ni positiva ni negativa.
Son ese tipo de personas que quieren quedar bien con Dios y con el diablo pues son imparciales en sus juicios y además son complacientes con los demás, presentan indiferencia y desapego por todo. En general son de temperamento poco emocional.
Es importante entender que la actitud ayuda a definir nuestra identidad,a guiar nuestras acciones e influir en como juzgamos a las personas.
Las personas de actitud positiva son capaces de sobreponerse a situaciones adversas, se levantan del piso, y contra todo luchan por sus propias batallas y lo valioso es que terminan ganándolas.
Decía Pitaco de Mitilene: «las oportunidades una puerta a infinitas posibilidades”, y esa puerta solo la abren quienes tienen una buena actitud.
Recordemos algo muy fundamenta,l la actitud es el impulso de los triunfadores.
En ocasiones pienso que nuestra actitud está guiada por la razón o la intuición, pero en el fondo no hay que elegir. Las personas de actitud positiva tiene una inteligencia, una creatividad y una capacidad de aprendizaje que son muy superiores a los que se experimentan habitualmente. Es importante entender que los factores psicológicos, como las ideas, valores, creencias, percepciones, juegan un papel muy importante en nuestra actitud. Quiero recordar que hay muchos tipos de actitud, por ejemplo, las personas de actitud interesada, las desinteresada, las de actitud colaboradora, las de actitud manipuladora. ¡Uff! dónde me dejan las de actitud agresiva, y las que necesita toda empresa las asertivas; pero también tristemente se encuentran las de actitud permisiva, y por último las que más admiro: las de lógica.
No olvidemos: actitud es energía, es positivismo, es alcanzar metas.