Lo último / 6 de marzo de 2021

Alfredo Gutiérrez: Jorge Oñate y yo no pudimos cumplir el deseo de grabar juntos

Alfredo Gutiérrez, Poncho Zuleta, Iván Villazón y Jorge Oñate al finalizar el concierto en el Movistar Arena en Bogotá, el 8 de marzo de 2020, que sería el último concierto presencial del Jilguero de América.

Zoraida Noriega

El músico y cantautor sucreño dice que aún no se repone de la pérdida de su amigo y colega. *Habló también que, con motivo de su cumpleaños, alista para el 17 de abril el concierto virtual  Tributo a México.

Si la pandemia lo mantenía con el ánimo por el suelo porque lo tenía alejado de las actividades artísticas, la noticia del fallecimiento de su amigo y colega Jorge Oñate, a  Alfredo Gutiérrez lo derrumbó, lo dejó muy dolido.

 “Ha sido muy duro. ¡No te imaginas cuánto! fue como un miembro más de mi familia, porque además de que era pariente de mi esposa Chila, fuimos amigos desde muy jóvenes. Comenzó conmigo y luchamos juntos, él por su lado y yo por el mío”.

Alfredo Gutiérrez, tres veces Rey Vallenato y ganador de otros múltiples reconocimientos.

“Yo no perdía las esperanzas que se mejorara. Oré mucho por él. Estuve muy pendiente de su enfermedad, tanto, que llamaba 5 y hasta 6 veces para preguntar cómo iba. Lamenté que ni siquiera pude ir al funeral, por recomendación médica”, comentó con voz quebrada el músico y cantautor, también conocido como el monstruo del acordeón.

SU ÚLTIMO ENCUENTRO EN TARIMA

Precisamente, el 8 de marzo de 2020, una semana antes de que fuera declarada la emergencia sanitaria estuvo compartiendo escenario en el Movistar Arena en Bogotá con Oñate, Poncho Zuleta e Iván Villazón, entre otros. “No me imaginé que esa sería nuestra última vez con El Jilguero, aunque un año antes habíamos estado en el Festival del Porro, en Córdoba, donde terminamos cantando juntos”, recordó Gutiérrez, sin dejar de elogiar la potente voz de Oñate y sus apuntes graciosos que constantemente tenía a flor de piel.  

Gutiérrez entre Rodolfo del Valle y Rafael Santos

“Siempre Jorge y yo tuvimos el deseo de grabar. El ganadero Bernardo Zuleta, padre de Nancy, la esposa de Jorge, cada vez que nos abrazaba y se tomaba unos tragos nos decía: cuándo es que van a grabar juntos. Pero nuca pudimos por tantos compromisos que tenía cada uno. Cantamos en parrandas y en presentaciones públicas, pero no alcanzamos a cumplir ese sueño, de ir a los estudios de grabación”. 

Según Gutiérrez, Jorge Oñate, como otros intérpretes que aún viven, supo mantener el folclor, la auténtica música de acordeón.

Sobre las letras de algunos vallenatos de hoy, argumenta que “se ha perdido la poesía, la expresión, el costumbrismo. El vallenato tradicional se nutre del paisaje, de la cultura popular, de un sentimiento. No como algunas canciones que suenan por ahí que dicen: te puyo por aquí, te echo para allá….”

Dice que aplaude las voces femeninas que cantan vallenato, “pero vallenato de verdad”, y el semillero de nuevos y buenos intérpretes advirtiendo, eso sí, que  “la esencia es la esencia y si el vallenato no ha dejado de existir es porque, como decía Alejandro Durán: los cantantes de ahora son mejores, pero antes si éramos diez, éramos diez estilos distintos. Se refería a los viejos juglares, porque ellos, a diferencia de los de ahora, tenían estilo propio. Los juglares hicieron canciones inmortales, ahora el éxito de una canción es de un mes como máximo”.

TRIBUTO A MÉXICO

En cuanto a sus proyectos comenta: “qué retiro ni qué nada, no pienso en eso. Ahora porque estamos encerrados por lo de la pandemia, pero apenas llegue la vacuna retomamos las actividades. En estos meses me han pedido muchas presentaciones fiestas privadas, pero las he rechazado por lo mismo”.

Su hija Noris Cecilia, comunicadora social, es quien le maneja la agenda y las redes sociales, porque a Alfredo lo atropella la tecnología que a las claras es más difícil para él que tocar cada uno de los 37 acordeones que tiene en su casa. Y más aún, el que toca con los pies en sus shows, que como es tan especial para él tuvo que mandarle a arreglar hace unos días los fuelles para que resista más.

Para el 17 de abril tiene previsto el concierto virtual Tributo a México, país donde es considerado un ídolo, especialmente en Monterrey,  ciudad que es conocida como ‘La capital del vallenato’.  De hecho, la semana pasada estuvieron visitándolo varios de los organizadores mexicanos de esa presentación que se verá a través de una plataforma en todo el mundo. El 20 de noviembre tiene también programada una presentación en Medellín (Colombia).

Mientras tanto, el tres veces rey vallenato, sigue aprovechando el tiempo caminando todos los días en un parque cercano, ejercitándose en una máquina que tiene en su casa en Barranquilla, donde reside, y organizando unos proyectos musicales que tiene en remojo apenas abran los estudios, de los cuales no quiso adelantar nada.  

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