El ´pintor Álvaro Barrios Vásquez en su estudio. Nació en Cartagena, pero se siente más barranquillero que ninguno porque llegó a la capital del Atlántico a los 7 meses de nacido. Y aquí se quedó.
El reconocido artista barranquillero expone por estos días en Las Palmas, capital de Gran Canaria, 16 obras en gran formato de su serie sobre Marcel Duchamp. *En esta entrevista también se refiere a los 50 años de los grabados populares, uno de sus grandes aportes a la historia del arte colombiano.
Hace dos años en la Feria Arco en Madrid, España, el pintor Álvaro Barrios Vásquez estaba exponiendo (con la Galería Fernando Pradilla) varias de sus obras. Colombia era el país invitado. Los reyes visitaron la feria en horas de la mañana cuando ya estaba cerrada al público. Dicen que ellos se detuvieron viendo la obra de gran formato, cuya fotografía publicó al día siguiente el periódico español El País y que poco después compró la Fundación Canaria para el Desarrollo de la Pintura.
Así lo contó Barrios a MiREDvista, minutos antes de abordar el avión que lo llevaría primero a Madrid y luego a Las Palmas, capital de Gran Canaria, donde expone esta semana ‘Sueños iIustrados’.
Se trata de una serie que hizo sobre el francés Marcel Duchamp, quien fue uno de los pintores más influyentes del siglo XX por su trabajo como caricaturista, pasando por tendencias como el impresionismo, cubismo, entre otras.
“Son 16 cuadros. El más grande tiene 8 metros con 50 de ancho. Son como cinco paneles unidos que conforman una sola obra. Hay otro que tiene 4 metros. Son de gran formato y llevan unos textos impresos que los he ido ilustrando en pinturas que a su vez ilustran los temas que están expuestos en esos sueños”, explicó.
“HARÉ GRABADOS HASTA QUE MUERA”
La trayectoria de Álvaro Barrios es de lujo. Es un artista conceptual, dibujante y grabador. Estudió arquitectura en la Universidad del Atlántico, luego realizó cursos de Historia del Arte en Perugia y en la Fundación Giorgio Cini de Venecia. Se ha desempeñado como catedrático de arte en varias universidades y su obra ha estado expuesta en las más importantes galería mundiales.
Tuvo la oportunidad de conocer a grandes maestros como Negret, Martha Traba. Luis Caballero, Darío Morales y muchísimos otros.
Hace 50 años tuvo la original idea de imprimir un dibujo suyo en un periódico para que la gente se lo llevara y él le estampara su firma para darle el estatus de obra de arte que llamó grabado popular.
Fue en 1972 el primer grabado popular que hizo Álvaro Barrios lo publicó Diario del Caribe, después El Heraldo y demás periódicos colombianos, hasta traspasar fronteras apareciendo en diferentes casas editoriales de México, Nueva York, España, entre otros.
De esa manera llevó el arte a otro nivel, porque siempre le ha gustado innovar, salirse de lo tradicional mediante la popularización y democratización. Con los grabados populares ha recibido importantes reconocimientos a nivel nacional e internacional.
“Me salí de los círculos cerrados de los museos y galerías para que pudiera circular en medios de comunicación impresos”.
Dice que en cinco décadas, más o menos 80 grabados populares conforman su colección, cuya buena parte está expuesta en el Museo de Arte Moderno de Bogotá.
“Yo pienso seguir haciendo grabados en el resto de mi vida. A mí me tocó, en mis comienzos, la época que no existía el offset sino la tipografía, porque los periódicos no contaban con la actual tecnología, por lo tanto debían hacerse clichés de los dibujos originales”.
NO SABÍA QUE ERA EL PRECURSOR
¿Qué mensajes dejan sus grabados populares?
– Es llegar al mayor número de personas a través de un medio masivo de comunicación. La ventaja que tiene es que, aunque el periódico se oxida y se envejece con el tiempo, es algo importante para que los estudiantes, las nuevas generaciones, y gente que no tiene recursos económicos, puedan tener mi obra firmada gratuitamente. Como son 50 años lo que está representado allí es prácticamente como una retrospectiva mía, los dibujos son de acuerdo a los estilos que he teniendo a través de 5 décadas. Allí están temas que he utilizado como las tiras cómicas y los san sebastianes, entre otros.
Esas piezas artísticas que parecían destinadas nada más para museos y usted las llevó a lo popular a través de los periódicos ¿no cree que como el papel está en vías de extinción en muchos medios impresos que ahora son más digitales?
.–Yo he hecho saltos en mi arte. Hoy los grabados populares se pueden descargar de internet. ¿Que cómo lo hago con mi firma? Pues se coloca una fecha y hora para yo autografiarlos o también, si alguien descarga la obra desde muy lejos entonces hago una firma electrónica.
¿No le da nostalgia recordar la forma cómo empezó?
-Claro que sí. Hoy en día, hay coleccionistas que los tienen enmarcados, porque ese arte no existía antes. ¡Yo no sabía que lo había inventado! Vine a saberlo cuando el Museo de Arte de Nueva York los adquirió en 2004.
¿Y cómo se le anunciaron que usted era el precursor de los grabados populares?
-De ese museo de Nueva York me enviaron una carta informándome las razones por las cuales los habían adquirido. Una de ellas, porque era una invención mundial que no existía antes. Me pareció muy chévere que el arte pueda llegar al mayor número de personas a través de un medio tan masivo como es la prensa.
¿Cuál ha sido el más reciente?
-Hace como dos semanas salió impreso en un periódico capitalino. Y más de 300 personas fueron para que yo les estampara mi firma personalmente en el Museo de Arte Moderno de Bogotá. Porque todavía mucha gente compra el periódico en físico.
¿Cómo ve el movimiento cultural en Barranquilla?
-Tengo la esperanza y confianza en la gente joven que yo creo que tienen toda la vida por delante para desarrollar sus ideas, si persisten con seriedad y disciplina, pueden llegar muy lejos. Pienso que el arte debe continuar y no quedarse solo con los grandes maestros.
¿Pero no cree que hacen falta centros culturales?
Todo lo que sea a favor de la cultura está bien. Lo que sí es que se deben terminar esos escenarios que venían funcionando, como el Museo de Arte Moderno, la Escuela de Bellas Artes, el Teatro Amira. A eso hay que darle prioridad, sin que esté en contra de los nuevos proyectos. Esos centros culturales que ya estaban marchando deben sacarlos adelante.