Estamos en una sociedad donde aparentar es la prioridad. Tener Gucci, Zara, Nike, Louis Vuitton y muchas otras marcas es la moda, así no tengas un peso, pero la tarjeta de crédito aguanta todo gasto. Este tipo de personas aparentan con esta ropa tener plata, quieren ser visto por su apariencia, no por lo que realmente son, pero no realizan esfuerzos por lograr objetivos y que los reconozcan por lo que han logrado.

Las personas con mentalidad de ricos se enfocan en resolver problemas y crear soluciones, y no están pensando en ropa fina, ni marcas, su meta, sus objetivos son otros, están centrados en su éxito; tienen más visión, que es la clave para triunfar, saben que con trabajo en equipo y disciplina se logran objetivos.

Observen la ropa de los ricos, siempre camiseta y Blue Jeans, y saben que de igual manera son admirados por sus logros.

La gente con mentalidad de rica, tiene capacidad de atención; están plenos en el presente, no pierden tiempo en almacenes, fijándose en marcas de vestidos o zapatos, ni pierden una tarde buscando ropa fina; están enfocados en proyectar su futuro para planificar.

En ellos su pasión alimenta su impulso. Sus desafíos son importantes, generan impactos, evitan gastar, tratan de no endeudarse, son cautelosos con los gastos, miran con lupa sus inversiones yno gastan en prendas valiosas para demostrar quienes son.

Jamás entenderé por qué ciertas personas quieren aparentar o hacer ver o creer, que se tiene algo que no se posee, o sea, desean ser en apariencia, en otra forma de ser que no es la propia.

Estoy seguro que detrás de toda persona que aparenta, hay una que se encuentra en una necesidad de aceptación, de ser aprobada por una sociedad.

Es necesario aclarar que la apariencia física es importante, la primera impresión visual y verbal es importante, abre o cierra puertas, oportunidades, dependiendo si es positiva o no.

Pero otra cosa es vivir de las apariencias, nos priva de los sustancial de la vida; de modo que lo real y verdadero desaparecen de nuestra visión y nos vuelve incapaces de ver la verdadera realidad que nos importa.

Por eso digo que los atributos perceptivos son importantes, pero, no estar condenado a ver una falsa verdad; recordemos que disimular, fingir y las mentiras son frágiles como castillos de arena.