En Pantalla / 1 de junio de 2024

Atari compra Intellivision y termina la primera guerra de consolas de videojuegos

Romario Quintero

La negociación marca un hito en la historia del entretenimiento gamer. Atari es reconocida como la pionera de la industria gracias a juegos icónicos como Pong y la consola Atari 2600.

En una maniobra que sacudió los cimientos de la industria del videojuego, Atari anunció esta semana la compra de Intellivisión, marcando el fin de una de las rivalidades más emblemáticas de la era dorada de los videojuegos.

Esta adquisición no solo pone punto final a la denominada “guerra de las consolas” de los años 80, sino que también representa un hito en la consolidación de la industria del entretenimiento digital.

La rivalidad entre Atari e Intellivisión comenzó en 1979, cuando Mattel Electronics lanzó su consola Intellivisión como respuesta directa a la Atari 2600, que había dominado el mercado desde su lanzamiento en 1977. La competencia fue feroz desde el principio, con ambas compañías invirtiendo sumas significativas en publicidad, desarrollo de juegos y mejoras tecnológicas para superar a su rival.

Intellivisión se destacó por ofrecer mejores gráficos y un control más avanzado en comparación con la Atari 2600. Su innovador controlador, equipado con un teclado numérico y discos direccionales, representó un avance significativo sobre los simples joysticks de Atari.

Los jugadores quedaron fascinados con la posibilidad de jugar títulos deportivos más realistas y juegos de estrategia que no se encontraban en la Atari 2600.

Atari, por su parte, no se quedó atrás. La compañía lanzó múltiples campañas publicitarias y desarrolló una biblioteca de juegos icónica que incluía títulos como “Space Invaders”, “Pac-Man” y “Asteroids”. A medida que avanzaba la década, la Atari 2600 se convirtió en sinónimo de videojuegos, a pesar de la feroz competencia de Intellivisión.

La rivalidad entre Atari e Intellivisión no solo impulsó avances tecnológicos, sino que también definió una generación de jugadores. Para muchos, elegir entre una Atari 2600 y una Intellivisión era un ritual de paso, una decisión que a menudo se debatía apasionadamente en patios de escuela y reuniones familiares.

Así era la rivalidad de gráficos a los comienzos de los años 80.

Los jugadores de la época recuerdan con nostalgia las largas tardes de juego, los torneos improvisados y las discusiones sobre cuál consola tenía los mejores gráficos o los juegos más emocionantes.

Esta competencia fomentó una cultura de juego que perdura hasta hoy, donde los fanáticos debaten apasionadamente sobre las bondades de las diferentes plataformas.

A mediados de los 80, el mercado de los videojuegos experimentó una crisis. La saturación del mercado, la baja calidad de algunos títulos y la creciente competencia llevaron a una caída en las ventas. Tanto Atari como Intellivisión sufrieron pérdidas significativas, y muchos pensaron que la industria de los videojuegos estaba destinada a ser una moda pasajera.

Sin embargo, el resurgimiento llegó con la llegada de nuevas consolas y la revitalización del interés en los videojuegos a finales de los 80 y principios de los 90. Aunque Atari y Intellivisión ya no eran los líderes indiscutibles, su legado se mantuvo vivo en la memoria de los jugadores y en la evolución de la industria.

La adquisición de Intellivisión por parte de Atari es más que una simple transacción comercial; es el cierre de un capítulo fundamental en la historia de los videojuegos. Este movimiento estratégico no solo busca revitalizar el legado de ambas marcas, sino también aprovechar la nostalgia de los jugadores de antaño y atraer a nuevas generaciones.

Las reacciones a la noticia han sido mixtas. Los veteranos de la industria ven la adquisición como una oportunidad para preservar y celebrar una parte importante de la historia de los videojuegos.

Algunos analistas sugieren que Atari podría estar planeando lanzar versiones actualizadas de las consolas clásicas o incluso integrar sus catálogos de juegos en nuevas plataformas digitales.

Por otro lado, algunos críticos se muestran escépticos sobre el impacto real de la adquisición en un mercado dominado por gigantes como Sony, Microsoft y Nintendo. Sin embargo, hay un consenso general en que la unión de Atari e Intellivisión podría traer innovaciones y sorpresas interesantes.

Para los jugadores que crecieron con estas consolas, la noticia es un recordatorio de los días en que los videojuegos eran una novedad emocionante y un testimonio del poder perdurable del entretenimiento digital.

Con esta adquisición, Atari no solo recupera una parte de su propia historia, sino que también rinde homenaje a la competencia que ayudó a forjar una industria que hoy mueve miles de millones de dólares y que sigue capturando la imaginación de personas de todas las edades alrededor del mundo.

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