El color amarillento de los dientes puede aparecer con el paso el tiempo y también por el consumo de ciertas bebidas.
Ciertos alimentos pueden manchar el esmalte de los dientes, que es la capa externa. Además, la acumulación de placa en la dentadura puede hacer que se vean amarillos.
En la medida que vamos envejeciendo, toman ese color. Pero hay otros factores que manchan los dientes como tomar café, vino tinto y té en forma desmedida.
Una receta casera para blanquear los dientes es mezclar una cucharadita de bicarbonato de sodio con una gotas de agua y luego aplicarlos al cepillo. Puedes hacerlo dos o tres veces a la semana.
El bicarbonato, que además tiene propiedades antibacterianas, es eficaz porque puede hacer desaparecer las manchas que se encuentran en la superficie del diente.
Este no es un remedio que blanqueará los dientes de la noche a la mañana, pero podrías notar una diferencia en la apariencia mucho más reluciente con el tiempo.
La ciencia aún no ha demostrado que cepillarse con bicarbonato de sodio blanqueará tus dientes, pero varios estudios muestran que la pasta dental con bicarbonato de sodio sí tiene un efecto blanqueador importante.
También puedes hacer una mezcla de fresa y bicarbonato de sodio, es un remedio natural que las celebridades han popularizado.
Quienes defienden este método afirman que el ácido málico que se encuentra en las fresas elimina el descoloramiento en los dientes, mientras que el bicarbonato de sodio borra las manchas.