Margot Velásquez con el Pemio India Catalina por sus 50 años de destacada carrera en la actuación.
Con más de 50 años en el teatro, el cine y la TV, la artista nacida en Buenaventura recibió el Premio Víctor Nieto a Toda una Vida de manos del Festival de Cine de Cartagena y los Premios India Catalina. «Hay Margot para rato», dijo en diálogo con MiRedVista.
De Cartagena en donde el fin de semana había recibido el Premio Víctor Nieto a Toda una Vida por sus más de 50 años de destacada carrera en el teatro, el cine y la televisión, Margot Velásquez fue directo a estudiar los libretos y a seguir grabando Góspel, la más reciente película de Dago García dirigida por Johnny Hendrix Hinestroza.
La actriz nacida en Buenaventura y que el próximo 19 de mayo cumplirá 77 años, dice que tiene la fortuna de seguir vigente porque además de esta producción, está pendiente otra con Tele Afro. «Todavía tengo energía para rato, me siento sana, tengo la suerte de haber tenido una buena salud y seguramente voy a seguir dando lora por un largo rato», dijo en diálogo con MiRedVista.
Haciendo una pausa en sus grabaciones, la destacada artista, que además es bailarina, docente de danza y teatro, coreógrafa y folclorista, se refirió al más reciente homenaje en Cartagena al afirmar que lo recibe con «la satisfacción del deber cumplido».
«Abrir camino siempre es más complejo y se hace una experiencia llena de retos, pues mientras construimos nuestro sueño, abrimos el paso para quienes vienen detrás. No ha sido fácil ser parte de grupos de actores afro que ha abierto ese camino en nuestro país, pero ha sido maravilloso poder construir mi carrera ayudando a forjar ese camino”, expresó en un emotivo discurso durante la ceremonia de premiación.
Margot (@margotvelasquezactriz) , que ha participado en 50 series, 30 telenovelas y más de 15 películas, también agradeció por ser la primera actriz afrocolombiana en recibir esta distinción.
«Significa que el camino ha sido construido con bases sólidas y que hemos evoucionado como sociedad para que estos reconocimientos sigan siendo posibles para mas personasde la comunidad afrocolombiana», aseveró.
Margot contó a MiREDVista que su cercanía con las artes se dio desde muy niña porque sus papás acostumbraban a viajar a Cali, Medellín y Bogotá para llevarla a las obras de teatro. “Iba como espectadora, pero en ese momento no pensaba en ser actriz”, aclaró.
La oportunidad se le dio cuando ingresó a trabajar como secretaria en el desaparecido Instituto Colombiano de Reforma Agraria, Incora, entidad que ofrecía a sus empleados un Forum cultural en el que participaban quienes tuvieran aptitudes en el arte.
A lo largo de cinco décadas, los colombianos la hemos visto crecer en la actuación. Desde su primer papel como Andrea en El alférez real (1974), dirigida por Felipe González, de quien aprendió sobre la lealtad, el trabajo y la prudencia.
Luego vinieron otros de gran recordación como la rectora del colegio en Décimo grado, la Niña Tulia en Gallito Ramírez (interpretado por Carlos Vives), como Juana Francisca, en Alejo Durán o la búsqueda del amor; doña Petra, en Oye Bonita; Tomasa, en Bolívar y Manuela; Ángela, en La esclava blanca , Ollita, la mamá de Celia Cruz y Mamá Vila en El Hijo del Cacique, para solo enumerar algunos.
El fin de semana pasada fue nominada los India Catalina por su papel de Sebastiana en Espumas.
A los quienes quieren seguir la carrera en la actuación, les aconseja que el estudio es la base de todo. “No basta con tener talento, hay que tener disciplina, pero sobre todo, estudiar sobre arte, historia del mundo, de Colombia. Un actor ignorante no va a ningún lado”, asegura.
Margot insiste en que el solo talento y el deseo no funcionan, sobre todo para una carrera larga. “Hay que tener rigor con uno mismo, someterse a esa búsqueda del conocimiento como la historia del mundo, la historia del arte, la historia del país, porque en algún momento ese desconocimiento le va a poner trabas para desarrollar su trabajo”.