La recordada actriz y empresaria Fanny Mikey y su hijo Daniel.
Con motivo del Día Mundial del Teatro este 27 de marzo, MiREDvista dialogó con el joven productor bogotano, quien asegura que el legado de su famosa mamá “sigue vivo en cada uno de nosotros que insistentemente permanecemos persiguiendo sueños”.
Aunque siempre ha sido apasionado por el cine que estudió en Canadá, a Daniel Álvarez Mikey lo ha envuelto tanto la producción teatral que, como tal, lo ha llevado a trabajar en el Centro Nacional de las Artes (Teatro Colon) y en el Teatro Petra, y hace 8 años creó su propia compañía ViveMikey, enfocada a las artes escénicas, visuales y musicales que promueve la creación de propuestas innovadoras reuniendo el talento de creadores y emprendedores.
También fundó la empresa Kiosko Teatral, que reúne varias disciplinas como producción de campo, música para teatro, técnica de montaje, entre otras, pero tuvo que dejarla quieta “porque de un momento a otro quise seguir moviéndome en el Teatro Petra”.
No se podía esperar menos. Desde que llegó, siendo apenas un bebé, a los brazos de su famosa mamá, la actriz y empresaria Fanny Mikey, solo escuchó y vio en su casa todos los movimientos que conllevan las artes escénicas en Colombia y en el mundo. Y aunque años después estuvo vinculado al Festival Iberoamericano de Teatro y a la Fundación Teatro Nacional, que creó la ‘peliroja’, a Danny, como cariñosamente lo llamamos, nunca le gustó figurar como “el hijo de …” Quienes lo conocemos sabemos jamás ha tratado de sacar beneficios con el apellido, ha preferido siempre mantener un bajo perfil. No quiso ser actor, sino estar siempre detrás de cámaras.
Con la partida de Fanny Mikey, hace 16 años, quedó huérfano el teatro en Colombia e igualmente porque Daniel se vio obligado a renunciar en 2016 como director ejecutivo y representante legal de la Fundación Teatro Nacional al poner al descubierto los problemas financieros del Festival Iberoamericano que Fanny y Ramiro Osorio impulsaron para favorecer el sector teatral y a la ciudadanía.
“Siempre he tratado de evitar que me identifiquen como el hijo de Fanny, de quien siempre viví orgulloso, pero creo que eso me ha ayudado mucho y me sorprende”, dice para luego agregar: “Cuando me llaman Mikey, curiosamente mucha gente enseguida no hace la conexión, pero cuando se dan cuenta, valoran eso”.
Y como una forma de continuar con el legado de ‘la reina de las tablas’ y hacerle honor a su apellido es la propuesta ViveMikey para demostrar, según él, que «Mikey sigue vivo para continuar persiguiendo sueños».
Como gestor cultural y a través de ese proyecto, estrenó en enero (en el Centro Cultural Gimnasio Moderno de Bogotá) la obra ‘Una idea genial’, bajo la dirección de Johan Velancia, que aún sigue triunfal en cartelera. La comedia teatral, basada en la premiada obra francesa, hace parte de la ‘Temporada de éxitos’ y cuenta con la actuación estelar de Santiago Alarcón, Marcela Benjumea, Rafael Zea y Ana María Cuellar, actual pareja de Daniel y con quien acaba de tener un bebé.
Danny hizo toda la gestión, consiguió todos los derechos, la producción general y convocó a los actores. “Esta obra es una producción repleta de malentendidos y situaciones imprevisibles, muy divertida”, explica.
“Tenemos dos proyectos grandes que vienen pronto. Uno es con la actriz Marcela Mar, un cabaret en Medellín y otras cosas chéveres”.
Desde que murió Fanny extrañamos en Barranquilla y el Caribe, esas grandes producciones que traía el Teatro Nacional, ¿qué ha pasado?
–Además de que no hay muchas salas, porque el Teatro Amira sigue cerrado, el gran problema es el tema de los patrocinios. Ya las empresas no están apoyando tanto como antes. Los promotores locales dicen que resulta muy costoso trasladar actores, montaje, etc, así uno ponga una suma de dinero. Es un riesgo muy alto. Y eso da un poco de temor. Pero sigo en conversaciones para llevar nuestras obras a Barranquilla.
¿Sigue manteniendo buenas relaciones con los actores colombianos?
–Siempre me he mantenido en contacto con casi todos.
¿No ha pensado montar una obra en uno de los escenarios que pertenecen a la Fundación Teatro Nacional?
–Es sabido por todos que yo perdí todos los vínculos con el Teatro Nacional porque terminé muy mal con la directiva anterior, pero ahora estamos en conversaciones con Nicolás Montero, nuevo director, tratando de hacer una alianza con ViveMikey para presentar nuestras obras.
¿Su hijo Nicolás también está metido en las arte escénicas?
Como bajista hace parte del grupo de músicos que acompañan a las obras ‘Hombres a la plancha’ y ‘Mujeres a la plancha’.
¿Qué pasó con el cine?
-Lo tengo en stand by porque me meti tanto en lo del teatro que ahora estoy empezando hacer algo con un socio, pero por el lado de la animación.