Del hipo casi nadie se salva. Es un movimiento reflejo y, a diferencia de otros, como la tos o el estornudo, es imposible de  controlar lo cual resulta mucha veces frustrante.

El hipo consiste en espasmos reiterados o movimientos repentinos del diafragma, que es el músculo que separa el pecho del área abdominal y tiene un papel importante en la respiración. Estos espasmos en el diafragma hacen que las cuerdas vocales se cierren de repente y produzcan el sonido «¡hip!».

Puede ser producido por estrés intenso, haber comido más de la cuenta, bebido demasiado rápido gaseosas y sufrir cambios súbitos de temperatura, entre otros.

Pero ojo, si el hipo persiste por varios días es necesario acudir al médico. Las causas posibles para este de movimiento crónico puede ser causado por el reflujo gastro-esofágico, es decir, cuando el ácido del estómago sale hacia arriba por el esófago, a veces causando una hernia de hiato.

Las causas posibles para el hipo crónico pueden ser el reflujo gastro-esofágico (cuando el ácido del estómago sale hacia arriba por el esófago, a veces causado por una hernia de hiato), medicación como analgésicos fuertes, esteroides, tranquilizantes y también sufrir diabetes. Si tienes hipo persistente, debes acudir a tu médico para investigar si existe una causa subyacente.

Entre los remedios caseros para quitar  ese constante sonido “hip! Está beber un vaso de agua fría o chupar un cubo de hielo, ya que estimula los nervios del tórax; también aguantar la respiración o hacerlo dentro de una bolsa de papel.

Chupe una torreja de limón, pídele a alguien que te dé un susto! , tira tus rodillas hacia arriba contra el pecho, y dóblate hacia adelante.