Si hay algo en lo que las mujeres invierten tiempo en su arreglo diario es el proceso del maquillaje de los ojos, especialmente en el de las cejas, sobre todo ahora que estas cobraron protagonismo por el uso del tapabocas.
Tener unas cejas definidas, pobladas y muy demarcadas –tipo actriz de telenovela turca– se ha vuelto casi una obsesión para muchas mujeres, sobre todo para las más jóvenes, que recurren al maquillaje y otras técnicas más especializadas para tener las cejas de sus sueños: ¡perfectas!
Pero por más que deseemos tenerlas muy bien definidas, lo que sí no debemos hacer, según el criterio de los expertos, es volver a los días de las cejas tatuadas, un procedimiento pasado de moda y en el que la marca de las cejas es permanente.
“El tatuaje ya no se usa, el efecto que se obtiene es poco natural, el procedimiento es invasivo y, además, con los años se ponen verde, azuloso o rojo”, advierte Vanessa Berdugo, esteticista con 13 años de experiencia, que dirige su estética en un centro comercial de Barranquilla.
Para esta profesional especializada en el cuidado de la piel facial y corporal, nada mejor que la micropigmentación (microblading) para mejorar la apariencia de las cejas. “Lo primero es hacer el diseño con cera, luego se puede optar por el maquillaje semipermanente, que hace con henna y que dura más o menos 5 días, o la otra opción es la micropigmentación, que demora de 12 a 18 meses, según el tipo de piel”, explica.
EL MICROBLADING
El microblading no es un tatuaje. Es el tratamiento estético que mejora el aspecto de una forma instantánea y duradera. Mediante esta técnica se introducen unos pigmentos hipoalergénicos en la capa superficial de la piel, empleando unas agujas que solo penetran alrededor de los 0,2/0,5mm, por lo que el pigmento queda en la epidermis.
Este método es indoloro, y como es mínimamente invasivo la persona ni siquiera sangra. El resultado es instantáneos y el efecto dura un año o año y medio, según el tipo de piel, por lo que requiere hacer retoques de vez en cuando, ya que los pigmentos implantados se absorben poco a poco.
En el microblading de cejas hay tres posibilidades: una es la técnica pelo a pelo, que se realiza utilizando pequeñas agujas para rellenar con color las áreas deseadas y crear las finas líneas que imitan la forma del pelo. La otra técnica es el efecto polvo o sombreado, con ayuda de una máquina en la que se dibuja punto por punto con tinta en tonalidad café de acuerdo a la tonalidad indicada. Se utiliza principalmente para cejas que tienen zonas más pobladas que otras.
La tercera opción es la técnica mixta, que combina las dos anteriores y que, según la cosmetóloga Vanessa Berdugo es la opción predilecta de la mayoría de sus clientas.
MÁS NATURAL
“Hoy las mujeres buscan una apariencia más natural, y aunque estén maquilladas, quieren verse frescas y radiantes, y las cejas son importantes para logar ese efecto. Las barranquilleras no son la excepción: sueñan con resaltar la mirada, tener unas cejas perfectas y ojos expresivos”, explica.
Y añade que también los ojos se pueden delinear mediante la micropigmentación. Efectivamente, con esta técnica se puede lograr bien sea el delineado clásico –la línea gruesa, saturada, en el párpado superior e incluso en el inferior– , o el efecto polvo, que se ve mucho más natural en la línea de las pestañas, o que parece sombra si se aplica en una zona más grande.
Como en las cejas o en los labios, las molestias son mínimas; después de realizado el procedimiento sale una costra diminuta, que al caerse permite que el color aflore y se reafirme lentamente. Después del mes podremos ver el tono verdadero y la esteticista evaluará si es necesario reforzar, corregir o hacer un retoque. Después del año también es necesario un retoque, en una sesión que no supera la hora y media.
EL ‘BBLIPS’ O LABIOS DE BEBÉ
La micro-pigmentación no se queda en el área de las cejas, sino que también es posible aplicar esa técnica en los labios, donde recibe el nombre de ‘Bblips’ o ‘labios de bebé’, y sirve para resaltar o redefinir los labios dándole forma y color.
“Esta técnica es ideal para esos labios que se han oscurecido, que tienen bordes morados o casi negros, para que tengan un aspecto más juvenil y más fresco”, explica la esteticista.
Vanessa dice que, como en la de cejas, la micropigmentación de labios es indolora y la persona no sangra, pues con un dermógrafo se hacen pequeños toques de pigmento, que posteriormente se difuminan. En ambos casos se utiliza una anestesia tópica (en crema) y la duración también oscila entre 12 y 18 meses.