Dolce vita / 6 de noviembre de 2021

“El cielo de las mascotas”, el sueño hecho realidad de Vanessa Orozco

Vanessa Orozco Rodríguez, propietaria de su emprendimiento Coco Mascotas, en el área habilitada para cementerio de mascotas. Los cinco perros criollos que adoptó no se le despegan.

Alix López

Esta sicóloga barranquillera, que lidera su emprendimiento Coco Mascotas, logró construir en Salgar un cementerio para perros y gatos. “Yo alzo la voz por los animales”, asegura.

Vanessa Orozco Rodríguez y las cinco mascotas callejeras que rescató y adoptó.

La mejor demostración del amor que Vanessa Orozco Rodríguez le profesa a los animales fue durante el aislamiento total por la pandemia de Covid-19: cuando se quedó en el refugio del corregimiento de Salgar durante 2 meses junto con los cinco perros criollos que ha rescatado y que está criando en un terreno donde se respira paz y tranquilidad, muy cerca del mar Caribe.

Esta sicóloga barranquillera egresada de la Universidad del Norte, con especialización en seguridad y salud en el trabajo, bromea cuando sus amigos la llaman «la loca perro».

«Yo sólo alzo la voz por ellos», les responde esta animalista que en abril pasado puso en marcha su emprendimiento Coco Mascotas (@cocomascotas1) en el que ofrece repostería y snacks saludables, un lugar campestre donde estén libres y cómodos para dormir o pasar el día .

En esa misma área habilitó 1.500 metros cuadrados para «El cielo de las mascotas», el primer cementerio para perros y gatos en el departamento del Atlántico, que para ella es un espacio para darle a las mascotas la despedida digna que se merecen.

Vanessa (@vaneorozco1), que además estudia un diplomado en alimentación y nutrición para animales, destaca el apoyo incondicional que siempre le han dado sus papás, el conocido hombre de radio Ley Martin, y Lidis Amalia Rodríguez, así como sus hermanos Danny, Martín y su hijo David.

«Las mascotas son como ángeles que Dios en lugar de alas le dio 4 patas Y los puso en este mundo para enseñar amor», se lee en el video de la sepultura de Bruce, un schnauzer.

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“Guardando las proporciones, perder una mascota es como perder a un miembro de la familia, por eso el proceso hay que vivirlo y superarlo de la manera más saludable. Nadie quiere que ese momento llegue, pero de todos modos hay que estar preparados para cuando eso ocurra. Me puse a investigar y encontré que no había cementerio para animales», asegura.

Confiesa que cada uno de los procesos ha sido doloroso porque además le hacen acompañamiento a las familias. «Allí es cuando uno se da cuenta de la importancia de las mascotas en el hogar».

Para Vanessa, lo importante es disponer de un lugar para darle a tu compañero de vida la despedida digna que se merece y a sus tenedores, de la tranquilidad emocional y sicológica que los restos de perro o su gato tendrán ese espacio y no terminarán en una bolsa plástica arrojados a un basurero.

Cuenta que su amor por los animales empezó con el rescate de cinco perros que recogió de la calle a quienes les brinda amor y atención en salud, sobre todo en prevención de enfermedades.

«En Salgar tienen una casa amplia, con camas y comida, una persona que los cuida. Cada fin de semana me dedico a esas cinco mascotas, pero también a por lo menos 20 que llegan por agua y comida que les entregamos en las afueras de nuestro refugio», narra.

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Como animalista rechaza la violencia contra los perros y gatos callejeros, que en la mayoría de las veces, solo buscan un poco de agua y comida.

Por eso comparte las jornadas de esterilización masiva como ella lo ha hecho con sus mascotas. “La proliferación de animales es muy alta, nuestra misión es no dejar que se sigan reproduciendo de manera descontrolada e irresponsable”.

Sin embargo, destaca que hoy en día hay más conciencia sobre la importancia de protegerlos y de darles una mejor calidad de vida.

«La decisión de tener un perro o un gato no es solo darle comida y agua. Hay que dedicarle calidad de tiempo para pasearlo, llevarlo a controles con el veterinario, esterilizarlo. Es una responsabilidad enorme porque el animal va a depender de ti al ciento por ciento», expone.

Confiesa que cada vez que se acerca diciembre aumenta su preocupación porque muchos padres cometen el error de regalarles mascotas a sus hijos menores de 6 años solo para complacerlos.

«Son niños que no se harán responsables del cuidado de los animales que terminarán entonces en la calle, en un balcón o el patio por la complacencia de los adultos con los pequeños porque no le enseñan lo que es la responsabilidad de atender y proteger a un ser vivo», anota.

Coco Mascotas ofrece además alimentación y snacks saludables para perros y gatos. Aquí el festejo de los cinco años de Bilbo.

Otro de los sueños de Vanessa es que este emprendimiento le permita financiar las campañas sociales en beneficio de los animales callejeros.

“Vamos a seguir rescatando perros callejeros para brindarles todo el amor que necesitan, pero sin pensar que debo pedirle apoyo económico a mis papás porque recoger a los animales requiere de todo un proceso que requiere de dinero”.

Pone como ejemplo que Coco, Nadia, Benji, Nala y Luna son revisados periódicamente al veterinario, tienen las vacunas al día y baño mensual, entre otros, porque asegura que con prevención evitarán que los animales enfermen.

De la experiencia de quedarse con ellos aislados en Salgar, cuenta que ha sido de lo más maravilloso que le ha pasado porque en ese lugar se respira tranquilidad y paz. «La conexión extra que tuve con mis perros fue hermosa».

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