Mundo curioso / 7 de octubre de 2023

El jacinto de agua dulce, o taruya, la planta invasora más extendida del planeta  

Rosario Borrero

A esta especie acuática flotante, originaria de la región amazónica y que es considerada una plaga, se le relaciona con el con el 60% de las extinciones de vegetación y fauna a nivel global.

¿Qué tienen en común los incendios forestales que se registraron en Hawaii en agosto pasado, con las dificultades de los pescadores del Lago Victoria, en Kenia, y los problemas que tienen para pescar y para movilizarse quienes habitan a orillas de laciénaga de Zapatosa, uno de los espejos de agua que conforman la depresión momposina, situada en el Departamento del Cesar?

Tienen en común una planta acuática flotante: el jacinto de agua, que en nuestro medio conocemos como taruya. ¿Cómo así?, se preguntarán muchos. Y la explicación la tienen los biólogos y los ecologistas en general.

La taruya forma una especie de tapete sobre el cuerpo de agua, que impide la pesca y la navegación.

Los incendios forestales son productos del cambio climático, y este es avivado o amplificado por la liberación de dióxido de carbono y gas metano que se produce, entre otras razones, tras la descomposición de la hermosa planta flotante de flores lila; en el caso del Lago Victoria, que una de las principales fuentes de alimentos para millones de personas, este se está quedando sin peces, especialmente sin tilapia, debido a que la taruya absorbe nutrientes que son fundamentales para los animales que viven allí, y en nuestra Ciénaga de Zapatosa, como en muchos otros cuerpos de agua de Colombia y del mundo, el denso sistema de raíces de la planta invasiva, forma una espesa y extensa capa sobre el manto hídrico que imposibilita la entrada a la ciénaga y su navegación, por lo que los pescadores no pueden acceder al agua y mucho menos echar su atarraya para pescar. Tampoco pueden hacerlo las lanchas y las canoas de transporte, impidiendo la comunicación entre veredas y municipios.

Son solo tres ejemplos que evidencian los estragos que está causando en el medio ambiente esta planta de origen suramericano y que está incluida en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo.

De acuerdo a un informe reciente de Naciones Unidas (ONU) que fue liderado por la profesora Helen Roy, especialista en plantas invasivas y miembro del Centro Británico para la Ecología y la Hidrología, la taruya hace parte del grupo de especies que están relacionadas con el 60% de las extinciones de plantas y animales a nivel global, pues en pocas palabra amplifican los efectos que tiene el cambio climático en el planeta.

“La acción de las plantas invasoras a menudo resulta en incendios más intensos y frecuentes, como algunos de los devastadores incendios forestales experimentados recientemente en todo el mundo, liberando aún más dióxido de carbono a la atmósfera”, señala el informe.

Los especialistas se enteraron de la capacidad de estas plantas para filtrar elementos tóxicos dentro del agua e incluso como fertilizante, lo que aumentó su demanda alrededor del mundo. Pero lo que no dimensionaron fue la enorme capacidad invasiva de la planta.

Anibal Pauchard, profesor de temas forestales

Entre esas plantas hay una que predomina sobre las otras especies: la pontederia crassipes, como es su nombre técnico, pero que a nivel popular tiene variedad de apelativos: jacinto de agua dulce, buchón de agua, lirio acuático, flor de bora, camalote, aguapey, lechuguín  tarope, tarulla taruya o reyna.

Originaria de Suramérica –especialmente de la región amazónica y la orinoquía—, tiene bulbos con aire que le permiten flotar. Su abundancia en ríos, lagos y charcas cambia drásticamente las condiciones de los humedales. En algunos lugares es usada como planta medicinal, en otros como fertilizante de suelos y en otros como planta decorativa. Actualmente ha colonizado casi todos los continentes donde ha causado serios y diversos estragos.

“Con el aumento del uso del suelo para la producción agroindustrial, también aumenta el uso de plantas exóticas que terminan convirtiéndose en invasoras, como lo estamos viendo alrededor del planeta”, le dijo a BBC Mundo la profesora Roy.

La taruya tiene una increíble capacidad para reproducirse y crecer con rapidez. Otra de sus características es que sus raíces y sus hojas absorben sustancias tóxicas del agua y filtran su contenido

.De acuerdo a los expertos, a finales del siglo XIX, exploradores que recorrieron el Orinoco creyeron que el jacinto de agua podría ser una planta ornamental perfecta para las fuentes artificiales en sus países de origen, por su naturaleza flotante y su bella flor lila, y fue así como la especie llegó a países como Estados Unidos y Japón, entre otros.

“Algo que juega a favor del jacinto para trabajo de invasión es que los cuerpos de agua dulce son todos muy iguales alrededor del mundo, especialmente los ubicados en la zona tropical», explica el profesor Anibal Pauchard, profesor de temas forestales de la Universidad de Concepción en Chile.

“Otro problema que tiene el jacinto es que su semilla puede durar años sin germinar. Así que si incluso se logra retirar todos los jacintos digamos de un lago, todavía queda la posibilidad que vuelvan a crecer, con rapidez y frondosidad, tiempo más tarde”, anotó Roy.

Además se suma otro factor: los especialistas se enteraron de la capacidad de estas plantas para filtrar elementos tóxicos dentro del agua e incluso como fertilizante, lo que aumentó su demanda alrededor del mundo. Pero lo que no dimensionaron fue la enorme capacidad invasiva de la planta.

Hoy sus efectos cobran distintas formas. «Debido a su frondosidad y capacidad de tomarse los cuerpos de agua donde habita, no permite la existencia de otras plantas nativas, lo que termina afectando el equilibrio del hábitat que invade», señala Pauchard. También debido a esto afecta la navegabilidad de esos cuerpos de agua.

Por esto la expansión de las plantas invasivas es considerada crítica por científicos y ambientalistas. El tema impacta a toda la sociedad en distintos niveles y sin importar su origen o su estatus: atacan el centro de los hábitats y las cadenas de suministro que parten del campo. Para ellos, la principal solución es la prevención en el manejo de las plantas que se piensan exportar o impor

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