Familia / 16 de diciembre de 2023

El Niño Dios está en apuros para traer los regalos en esta Navidad

Cada vez el presupuesto para comprar los regalos del Niño Dios es menor y a los papás les toca hacer ‘magia’ para poder satisfacer las ilusiones de sus hijos. (Internet)

Miguel Utria

Los padres de familia de muchos niños han tenido que replantear los pedidos que han hecho sus hijos en sus cartas para los aguinaldos de este año.

Como cada diciembre, en vísperas de la Natividad del Señor, el pueblo católico, en especial de los países del occidente, se preparan para dicha conmemoración, pues es una de las fechas más importantes del cristianismo, y en cada cultura se llevan a cabo tradiciones de acuerdo a las creencias que se tengan, pero en todas la motivación es el nacimiento del Niño Dios, que llega cargado de regalos, especialmente para los niños.

Mientras en países europeos y norteamericanos, de acuerdo con la tradición, la entrega de los regalos está a cargo de Papá Noel, Santa Claus o San Nicolás, en México, Cuba República Dominicana, Puerto Rico, Paraguay y España los encargados son los Reyes Magos, por lo que algunos obsequios son entregados el 6 de enero. Pero en Colombia, Venezuela y Ecuador, los niños le escriben sus cartas al Niño Dios de quien esperan les traiga los regalos en Nochebuena.

Para el sacerdote Álvaro García, la Iglesia Católica siempre les tiene regalos a sus fieles, y Dios, el niño nacido en un pesebre de Belén, es el regalo más preciado. “Los católicos debemos entender que todo lo que recibimos es un regalo de Dios, y que para hacerlo más visible ello se manifiesta por medio de los detalles o aguinaldos”, apunta el religioso.

En los centros comerciales, Papá Noel a veces se ven en apuros para atender la demanda de pedidos.

En nuestra tradición a los niños se les enseña que es el Niño Dios quien les trae los regalos cada 25 de diciembre, por lo que muchos padres les animan a escribirles las cartas en las que les piden qué regalos desean.

Pero el avance de las tecnologías que ha traído como consecuencia mucha información a través de redes sociales e internet ha cambiado un poco esa costumbre, y hoy día los niños se enteran a muy temprana edad que los regalos los compran sus padres y no el Niño Dios. Por lo que es necesario preparar el momento de decirles o de contarles esa verdad para que el choque emocional no sea fuerte, según explica el padre García.

“A los niños debemos enseñarles que el regalo es el mismo Jesús que nos trae un día nuevo cada día, así como la salud, el descanso y los amigos, entre otras cosas. La manifestación reflejada en los detalles es importante, pero  sin caer en el consumismo”, apunta el sacerdote.

Explica el padre García que es indispensable que a los niños se les enseñe a valorar lo esencial que va más allá del detalle, pero sobre todo el compartir con los demás, y que aprendan a dar.

Para el religioso el que a los niños se les enseñe desde pequeños que los regalos no los trae el niño, debe ir acompañado de una enseñanza, y ello  hacerse de manera cordial, sin despotismos y con un lenguaje que ellos entiendan.

«Estoy de acuerdo en que los niños sepan eso, pero con una pedagogía especial, es importante que los padres les digan la manera cómo Dios actúa y que ellos no se sientan defraudado en sus ilusiones, que ellos entiendan que los regalos se los da Dios a través del esfuerzo de sus papás y que las cosas se ganan con esfuerzo, trabajo y compromiso».

Vanessa Ahumada, es madre de Anthonela, una niña de diez años de edad, quien motivada por los medios y el internet siempre pedía regalos que muchas veces no estaban al alcance de su presupuesto.

“A veces los regalos que pedía eran caros, pero no se excedía de nuestras expectativas. Ahora ella ya sabe quién es el niño Dios, y la complacemos hasta cierto punto. Este año pidió un iPhone, pero no está en nuestro presupuesto, así que le tocó replantear la cosa”, aseguró esta marre de familia.

En el caso de Roxana Díaz Howard, madre de una niña de ocho años, ella trata de comprar lo que la pequeña le pide en la medida de sus posibilidades, pero cuando no hay, se le compra lo que se pueda.

“Abbie me dijo hace dos años que ella sabe que yo soy Santa, entonces le dije que yo soy pobre y el rico es Santa. Entonces yo no tengo iPhone y soy la que trabaja entonces ella  tampoco va a tener”, asegura esta madre.

William y Kímbrerly tienen niño y niña, y aunque están pequeños,  les dicen lo que quieren que les traiga el Niño Dios, por lo general son juguetes, nunca un aparato electrónico como muchos pequeños.

“Ellos piden regalos o juguetes que están acorde con sus edades. Nosotros por general tenemos un presupuesto que nos permita acceder a comprar lo que hemos planeado. A lo mejor al más grandecito se le compra algo más costosos que a la niña porque aún ella no entiende de algunas cosas”, asegura William, quien agrega que tratan de que sean juguetes duraderos y que les dejen enseñanza.

El niño más grande, quien tiene seis años y practica béisbol, pidió una manilla profesional de determinada marca que ya él identifica. “Eso es algo útil para él y sabemos que será duradero”, argumenta.

“En el caso de la niña, ella quiere una muñeca, pero nosotros sabemos que en el mercado hay muñecas que hablan, lloran, incluso lagrimean y otras hasta caminan, es decir son unos bebés. Y nosotros no queremos que nuestra niña tenga un bebé porque ella es muy pequeña, por eso le compramos muñecas normales con las que ella pueda jugar sin que llegue a pensar o confundirse. Es decir queremos que sea un juguete que psicológicamente no vaya a afectar a la niña”, manifiesta este padre de familia quien trabaja como productor audiovisual.

Alexander Acosta, quien labora en una empresa de eventos, asegura que los niños se dejan influenciar poco de lo que tienen otros o de lo que ven en los centros comerciales o tiendas, y que ellos tienen sus propias expectativas basados en lo que ven en la televisión o redes.

“Mi hijo Iham tiene cinco años, nosotros le decimos que él mismo haga su carta al Niño Dios. El no escribe, pero dibuja lo que quiere, ya sea un carro, un robot o un muñeco, etc., y luego lo revisamos y le decimos qué cosas podrían traerle el Niño Dios o Papá Noel y qué no puede, le explicamos que Papa Noel tiene que repartir muchos regalos y no puede traer todo, y él entiende y acepta lo que le proponemos.

Su niño pidió un celular o Tablet porque le gusta ver muñequitos y juegos que se descargan por aplicaciones, el padre ha considerado complacerlo en este deseo porque no siempre él le puede dejar su celular para que juegue. Adicional al aparato el padre le comprará un kit de pinturas pinceles y papel porque el niño es aficionado a la pintura.

César Consuegra y Adriana Guzmán tienen dos niñas, una de 11 años y una recién nacida, él asegura que hoy día los niños piden regalos que tiene que ver con la tecnología y menos juguetes, por lo que se ha perdido la tradición de jugar en parques, calles y terrazas con los regalos que trajo el Niño Dios, como cuando él era niño.

Respecto a lo económico Consuegra asegura que la crisis derivada de la pandemia se ha visto reflejada en los últimos años en las compras de fin de año, pues aún no se ha recuperado económicamente del todo, por lo que siguen habiendo inconvenientes para complacer a su niña en todo lo que ella desea.

“Nosotros a nuestra hija le preguntamos qué desea o qué le pedirá al niño Dios, nosotros hablamos con ella y en caso de que el presupuesto no nos permita complacerla le damos otras opciones”, puntualizó.

+ Noticias


Al fin cuántos son los perros del presidente Javier Milei… ¿cuatro o cinco?
Ninfa Barros, ‘la loca’ que se volvió  viejita en el Carnaval
Empleo y salud, lo que más piden los barranquilleros en el nuevo año
Barranquilleros esperan celebrar fin de año con mesura y autocuidado