Se entiende por actividad física cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos. Foto: Freepik.
Caminar, trotar, bailar y realizar tareas domésticas durante 150 minutos semanales son sinónimo de bienestar físico y mental. ¡Adelante!
Este aislamiento nos obligó dejar la rutina, a cambiar el chip y a ir dos pasos adelante.
En esta nueva realidad por la pandemia de Covid-19, también hemos demostrado que con resultados positivos somos capaces de superar circunstancias traumáticas. Lo que los sicólogos llaman resiliencia.
En este cambio de esquema resulta fundamental el bienestar físico y mental de las familias que pasaron la mayor parte del 2020 aisladas y que en este nuevo año, por efectos del rebrote mundial, han tenido que volver a adoptar medidas más severas para evitar los contagios.
Por lo tanto esta cuarentena obligatoria llevó a la Organización Mundial de la Salud a entregar una serie de recomendaciones para que la población, que sea cual sea su edad y capacidades, esté físicamente activa.
“Cada movimiento cuenta”, es el lema con el que la OMS invita a practicar actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa entre 150 a 300 minutos por semana para adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
Se entiende como actividad física cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía. Es todo movimiento, incluso durante el tiempo de ocio, para desplazarse a determinados lugares y desde ellos, o como parte del trabajo de una persona. La actividad física, tanto moderada como intensa, mejora la salud.
En estas nuevas directrices –dice la Organización- la actividad física regular es fundamental para prevenir y ayudar a manejar las cardiopatías, la diabetes de tipo 2 y el cáncer, así como para reducir los síntomas de la depresión y la ansiedad, disminuir el deterioro cognitivo, mejorar la memoria y potenciar la salud cerebral.
También alienta a las mujeres a mantener una actividad física regular durante el embarazo y después del parto, y destaca los valiosos beneficios de la actividad física para la salud de las personas con discapacidad.
La práctica continua ayuda a prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles como problemas cardíacos, accidentes cerebrovasculares, diabetes y varios tipos de cáncer. También ayuda a prevenir la hipertensión, a mantener un peso corporal saludable y puede mejorar la salud mental, la calidad de vida y el bienestar.
Si la población acatara todas estas recomendaciones se evitarían las 5 millones de muertes que cada año se registran en todo el mundo por la inactividad y el sedentarismo, asegura el director de la OMS, Tedros Adhanom.
Para los mayores de 65 años se recomiendan actividades destinadas a reforzar el equilibrio y la coordinación, así como el fortalecimiento de los músculos con el fin de ayudar a prevenir las caídas y mejorar la salud.
Hoy nada es excusa. Que no hay dinero para pagar el gimnasio, un entrenador o que no hay tiempo para ejercitar el cuerpo. Toda actividad física es beneficiosa y puede realizarse como parte del trabajo, el deporte y el ocio o el transporte como caminar, patinar y montar en bicicleta, pero también del baile, el juego y las tareas domésticas cotidianas, como la jardinería y la limpieza.
Empiece ya el 2021 ejercitando su cuerpo. ¡Adelante!