Francesca con dos de sus hijas, Daniella y Sofía, quienes en la actualidad se han convertido en su mano derecha de la exitosa empresa.
Con motivo del Día de las Madres, la diseñadora afirma que sus hijos llevan no solo el talento en el ADN, sino el amor por el trabajo y el valor de la perseverancia. Para MiREDvista habló también de sus nuevos proyectos en la industria, en la que se ha consagrado como una de las creadoras más importantes.
No todas las veces los hijos heredan el talento de sus padres, pero hay casos en los que parece que esa capacidad intelectual o actitud sí va en el ADN. O si no, que lo diga la exitosa diseñadora de modas Francesca Miranda, cuyas hijas Daniella y Sofía, le han seguido sus pasos en ese campo y a quienes también les corre por las venas el amor al trabajo que tanto les han inculcado sus padres. Por su parte, Francisco, el único varón de la familia Jassir-Miranda, se abrió paso con su propio emprendimiento muy distinto al mundo de la moda.
Tanto Daniella como Sofía realizan funciones diferentes en la empresa que lleva funcionando más de 8 lustros. La primera, ha podido ser una gran cantante, y lo hace muy bien, pues estudió en Berklee College of Music, pero decidió tener la música como hobby. Trabajó como relacionista pública de modas en California, pero cuando llegó a Colombia comenzó a trabajar en el taller como directora de mercadeo y es hoy quien se mantiene en contacto con la numerosa clientela del exterior.
Sofía, por su parte, se desempeña como webmaster de la compañía Casa Miranda.
Por mucho que su mamá quiso persuadirlas para que eligieran otras profesiones, los “genes creativos” llevaron a las hermanas seguir el hilo de todo lo que veían en su casa desde que nacieron y crecieron: telas, moldes, máquinas de coser y maniquíes.
“He sido muy apegada a mis hijos. Para mí, mi vida ha sido el trabajo, mis hijos y todo para ellos. Gracias a Dios en la familia siempre ha imperado el respeto mutuo, que es muy importante en estos tiempos en que los valores se pierden. En el taller manejo la parte creativa, pero escucho las nuevas ideas de mis hijas, sus opiniones”, dice con orgullo Francesca, quien comentó que en la actualidad trabaja con un equipo muy joven que se mueve y los acompaña tanto en Bogotá como en Estados Unidos.
Sus inicios fueron con la línea masculina pero a medida que fueron transcurriendo los años, empezó a expandir su marca en ropa femenina hasta llegar a la moda nupcial. Hoy en día es considerada como una especialista en el diseño de vestidos de novia.
NUEVO PROYECTO
“Tenemos un proyecto nuevo que es lo que envuelve el universo de una novia. Es decir, todo lo que necesite. Desde el traje nupcial, accesorios, vestidos para cualquier tipo de cena o destinos. Lo lanzamos en octubre del año pasado en Nueva York”, explica la salvadoreña e hija adoptiva de Barranquilla.
En la página www.thegloria.co se puede apreciar la reciente colección para novias. Con la extensa lista de proveedores Francesca ofrece un completo armario nupcial de alta costura con prendas, todas elaboradas en su taller en Barranquilla, que son para usar en desde el momento de dar el “sí quiero” y mucho después del gran día.
Allí hay vestidos con estilos que van desde los cortos y atrevidos de tul hasta los de seda y organza, bordados y detalles hechos a mano que van desde apliques de flores hasta mezclas de cuentas de encaje francés y lurex.
En la página se encuentra un ready to wear que la novia tiene donde escoger, de acuerdo con el tiempo de la boda.
En plena pandemia también sacó su línea de hogar con piezas atemporales, únicas y funcionales creadas en estrecha colaboración con artesanos tanto locales como de toda América Latina, reinterpretando las técnicas tradicionales.
“De regreso de la pandemia, que fue como empezar de nuevo, tuvimos el año pasado una presentación de nuestra colección en Nueva York. El show fue presencial y todo un éxito; además tuvo mucha cobertura en los medios de comunicación de EEUU”.
“Ahora en abril acabamos de llegar de N.Y, donde nos presentarnos en la feria con muchos diseñadores internacionales”, dice la creadora, cuya marca tiene presencia en el mercado no solo en Estados Unidos sino en Japón, China, Canadá y Singapur, entre otros.
Fue precisamente en ‘La gran manzana’ cuando en 2010 lanzó su primera colección para novias en asocio con el Group 868 Inc, lo que le abrió las puertas para consagrarse como una de las diseñadoras nupciales más importantes, que se sumó a lo que venía ya venía conquistando en su carrera tanto en la moda masculina y como en el mundo femenino con colecciones prêt-à-porter.
Reconoce que todo está inventado, pero lo que tiene que hacer un diseñador es reinventarse para marcar la diferencia, que es lo más difícil. Y ella lo ha logrado de tal manera que recibido numerosos reconocimientos.
Hoy por hoy, sus vestidos de novia son considerados de alta moda, realizados con finas telas, encajes, recamados en pedrería y con toques artesanales.
ARTE MANUAL
“Para mí el trabajo hecho a mano es fundamental. Con los artesanos de Colombia he seguido vinculada. Eso, podría decir, que es también parte de mi ADN en la moda”, apunta sonriente.
Le ha gustado trabajar con la cultura ancestral de nuestro país para darle realce a sus diseños, como la aplaudida colección que hizo hace algunos años en homenaje al patrimonio arqueológico del Parque San Agustín (departamento del Huila) que fue inspirada en las esculturas llevando a la elegancia el trabajo a mano en telas y accesorios.
“Hacemos siempre un trabajo minucioso en la parte manual. Cada prenda tiene algo especial, la una no es igual a la otra. Cada vez que hago una colección pienso, bueno sí la pasada la idee así, entonces hago una propuesta diferente. Porque a los vestidos de novia yo les voy añadiendo algunos detalles de las colecciones anteriores, todo para que la gente tenga más cual escoger”.
“¿Qué es lo que yo no he hecho en la moda?” se pregunta para luego responder: “¡De todo! Yo digo que todo lo mío siempre tiene que ver con lo manual. Todas las telas las intervenimos, las bordamos, hacemos los apliques y demás detalles”.
COLECCIÓN CAPSULA
Además de trajes de novia, en Casa Miranda no se ha dejado de producir ropa masculina, cuya primera colección cautivó a los asistentes en su debut en Colombiamoda en 1997.
“La confección de la moda masculina también nos ha mantenido muy ocupadas en estos tiempos. Seguimos manejando la línea de linos, todo lo hacemos a la medida”.
Esta semana, con motivo del Día de las Madres lanzó en Casa Miranda una colección cápsula en la que prima, como todo lo suyo, la elegancia y buen gusto en el diseño y la confección.