Las jugueterías buscan generar entre los niños y las niñas consciencia social e inclusión. Foto: Mattel
Muñecos con síndrome de Down o en condición de sordera y una Barbie en silla de ruedas son algunos de los artículos que los fabricantes sacaron al mercado para derribar estereotipos y fomentar la inclusión.
El respeto a la diversidad, la tolerancia y la educación para entender que todos somos iguales ha sido la base de la empresa Miniland Educational para crear muñecos con síndrome de Down que le valieron el reconocimiento de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes como el juguete de este 2020.
Son dos muñecas y dos muñecos, la mitad caucásicos y la otra mitad de raza negra.
“Con nuestra colección, tratamos de ayudar a que los más pequeños comprendan sus propias emociones, los valores inclusivos y de convivencia por medio del juego y la diversión, para que puedan crecer en un mundo en el que todos nos podamos sentir iguales”, ha explicado la firma española al referirse al premio que le fue otorgado.
La directora de marketing, Victoria Orruño, destaca que sacaron al mercado muñecos de todas las etnias, de ambos géneros y que además son anatómicamente correctos.
Asegura además que la acogida ha sido amplia. “Nos escribieron mamás contentas porque por fin sus niños ven normalizada su situación y se ven reflejados en muñecos”, asegura.
A esta campaña para derribar los estereotipos y fabricar juguetes acordes con la realidad ya se había sumado la poderosa Mattel, que este año sacó al mercado la línea de Muñecas Fashionistas 2020 de la que hace parte una Barbie con vitiligo, una muñeca rapada, una de piel oscura y un Kent de pelo largo.
El año pasado el gigante norteamericano fabricó una Barbie en silla de ruedas que fue la más vendida en el 2019, seguida de muñeca negra con afro.
Estos nuevos muñecos inclusivos dan un vuelco al estereotipo de la rubia platina de enormes senos y cintura de avispa con la que crecieron varias generaciones.
Mattel ya tiene en el mercado artículos que hoy ven las niñas y niños a su alrededor, en el mundo real. Es así como acumula 176 muñecas con ocho tipos de cuerpo, 35 tonos de piel y 94 tipos de peinados, mientras que Ken ofrece cuatro tipos de cuerpo, 13 tonos de piel, nueve colores de ojos y 22 para el cabello.
Otro caso para destacar es el de Clare Tawell, una norteamericana que fabricó una muñeca que se pareciera a su hija en condición de sordera.
A través de su línea Bright Ears UK y con apoyo de la Sociedad Nacional de Niños Sordos, Clare pudo hacer realidad su proyecto: sacó al mercado muñecos con audífonos como los que usan quienes padecen de problemas auditivos.
Pero esta madre norteamericana no se quedó ahí, sino que le fue agregando a su línea de juguetes muñecos con labio leporino y con sondas de alimentación, entre otros.