La marca Dulce Vanidad apuesta por diseños elaborados en telas frescas.
Para esta diseñadora de modas barranquillera que empezó haciendo accesorios para niñas, la meta es montar su propia tienda de ropa infantil que hoy distribuye en la Costa y en Medellín.
Katherine Roca Valderrama vive rodeada de dos máquinas industriales, telas, hilos, agujas y los diseños de la ropa infantil que ella misma produce desde el 2014 cuando creó Dulce Vanidad.
Esta barranquillera, egresada del programa de diseño de modas de Formar, recuerda que su emprendimiento comenzó hace 12 años haciendo accesorios para su hija Camila, que para ese entonces estaba recién nacida, pero que gustaron tanto, que empezó a recibir pedidos familiares y amigos.
El éxito fue aún mayor cuando compartía en Facebook la línea de moñas, balacas y vinchas que ella diseñaba.
La diseñadora Kathy Roca junto a su esposo Leonardo Acosta y sus hijos Camila y Tomás.
Kathy cuenta que cualquier día buscó en internet moldes para ropa de niños y se sentó frente a una máquina de coser.
La acogida fue igual de exitosa, por lo que a los pocos meses ya manejaba a la perfección sus propios diseños que plasma sobre todo en colores pasteles y en telas frescas como lino y algodón.
Confiesa que desde que empezó con el diseño de Dulce Vanidad siempre ha trabajado en su casa del barrio El Silencio y que desde que se casó y nacieron sus dos hijos, se volvió mamá 24/7.
En este rol destaca el apoyo de su esposo Leonardo con quien se turna la atención de los niños, en especial de Tomás.
Con Dulce Vanidad (@dulcvanidad) ha participado en exposiciones como los Encantos del Traspatio en Cartagena y Barranquilla así como en otros eventos comerciales.
Kathy dice que para atender las temporadas altas trabaja con dos talleres, uno en Cartagena y otro en Barranquilla y que además cuenta con una firma especializada en estampados y sublimados con diseños y colores exclusivos para su marca creados por ella misma.
La mayor parte de sus pedidos son para tallas de 0 a 5 años, por eso le gustan las prendas frescas y manejables propios para el Caribe como mamelucos, jardineras, vestidos sencillos.
En Medellín trabaja con Isabel Erazo (@isabelerazo) quien tiene su tienda de accesorios para niñas y a la que le despacha una colección de ropa cada seis meses.
A corto plazo, Kathy proyecta tener un taller más amplio y a mediano, abrir su tienda física.
Diseños frescos, para fiestas o informales son la inspiración de Dulce Vanidad.
Kathy cuenta que en la mañana se dedica a atender su hogar y los niños y prefiere las noches para dedicarse a diseñar y a confeccionar.
Confiesa que es muy cuidadosa en el detalle final de cada prenda por eso prefiere asumir el control de calidad de su colección. «Es que hay que preservar la calidad de nuestra marca», asegura.
