Mundo curioso / 17 de abril de 2021

La historia del periquito Pericles que conmovió las redes

La mañana del 23 de marzo Javier Martin divisó a Pericles en el balcón de su apartamento en Madrid.

Miredvista.co

Javier Martin narró en un hilo la llegada del ave a su apartamento en Madrid en plena cuarentena y cómo se convirtió en su compañía. El final es inesperado.

Pericles en una imagen compartida por Javier Martin.

La historia que Javier Martin narró a manera de hilo en su cuenta de Twitter ((@txaverius) conmovió a finales de marzo a miles de madrileños.

El 23 de marzo pasado, aficionado a las aves “Pájaros nada más”, como detalla en su perfil, contó cómo un periquito australiano terminó siendo su gran compañero durante el largo año de confinamiento por la pandemia de la covid-19.

El primer trino empezó a atrapar a cientos de seguidores en redes:  “Hace un año estábamos recién confinados y puse algo de comida para periquitos en la ventana. Las palomas del barrio llegaron en masa y comenzaron a pelearse por las semillas. Al rato noté que dejaban de pelarse y que había algo pequeño y azul que las asustaba. Era Pericles”.

El madrileño se refería al ave que desde ese día se instaló en su casa, o como él mismo lo describe, “empezó a tomar el control de la casa. No tenía jaula. No podía salir a comprarla y era irresponsable pedirla online. Me resigné a cerrar las ventanas y que Pericles (como lo bautizó) se acomodase. Tras probar mi ordenador, se decidió por la puerta, la lámpara y la tele”.

Martin contó que decidió quedarse con su compañero de confinamiento porque explicó que un periquito suelto en Madrid tenía pocas probabilidades de sobrevivir por estrés e hipotermia.

El primer día del encierro comió millo.

Entonces decidió atraparlo aprovechando que había bajado a comer a su jardinera y cerró puertas y ventanas porque es la forma más segura de que no escapara, teniendo en cuenta que no tenía jaula en esos momentos.

“Pronto me dejó muy claro que él no estaba confinado conmigo, sino que era yo el que estaba confinado con él. No opuse resistencia, pero busqué tapones para los oídos”, describió en la red social.

Cuenta además que decidió adoptarlo porque su sentido de responsabilidad le indicaba que debía quedarse con él para protegerlo. Y narra que pese a que el ave tenía un anillo de color rojo en su pata izquierda, nunca la analizó.

Una semana después de permanecer encerrados, Martin cuenta que abrió las cortinas de las ventanas y cuál no sería su sorpresa: allí desde lo alto de su apartamento Pericles se la pasaba viendo lo que ocurría en la calle a través de los cristales Era uno de sus pasatiempos favoritos, contó su cuidador.

“A través de la ventana los dos vimos pasar el tiempo y cómo creía la hierba en el parque infantil de enfrente, vacío y precintado”, escribió en su hilo.

A los pocos meses le compró la jaula más grande y se mudaron para otro sector de Madrid.

Sin embargo, Martin, amplio conocedor de aves, sabía que los periquitos son aves muy sociales, por lo tanto, tenía que buscarle compañera. Entonces contactó a un amigo quen le consiguió una periquita, Aspasia, como la llamó, que a los pocos días ya había hecho empatía con Pericles.

Aspasia y Pericles en una jaula mucho más grande.

“Resulta que las periquitas son dominantes y Aspasia no es la excepción. Tenía las ideas muy clara: la jaula era suya, Pericles el último mono y yo un esclavista. Al día siguiente las cosas se habían suavizado y ya dormían juntos”,  narró.

A los dos días de esta fascinante historia de la que publicaron los principales medios de comunicación y que en la cuenta de Martin tuvo más de 7 millones de impresiones, sucedió algo inesperado.

“Gracias a esta difusión, ayer se puso en contacto conmigo Laurie, que creyó reconocer al uno de los periquitos que perdió al inicio del confinamiento duro. Estamos hablando y comparando datos y creo que es muy probable que Pericles sea su “Sergio”.

La primera cuidadora de periquito lo reconoció por el número que tenía en el anillo de su pata izquierda.

Si terminamos de confirmarlo, aunque también me dará algo de pena, estaré feliz de cerrar (o continuar) esta pequeña historia devolviendo a “Sergio Pericles” a su viejo hogar, donde ahora sé que podría estar tan bien o mejor que conmigo.

“Sergio (Pericles) ya está con Laurie y está estupendo. Es un superviviente y un salao. Te echaré de menos, granuja”, compartió en su Twitter, en el que además anuncia la llegada de Jenofonte, un periquito australiano que tendrá la difícil tarea de caerle bien a Aspasia, la antigua compañera de Pericles.

Fue el mismo Martin quien informó del retorno de su compañero inseparable del confinamiento a manos de Laurie, que además compartió fotos y videos de cómo pasado más de un año reconocía el entorno.

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