Un broche en el vestido le da sin duda un toque elegante. Los diseñadores de joyas los elaboran hoy en distintos colores y formas, utilizando variada pedrería.
Este accesorio no solamente está de moda en las mujeres, también los hombres lo utilizan para adornar las solapas y camisas.
Si hay una mujer que siempre se le ha visto adornando sus trajes con prendedores, esa es la reina Isabel II. Y no con cualquier accesorio de estos, algunos tienen una gran importancia porque son heredados, y otros son diseñados especialmente para ella con costosas piedras.
Al igual que sus tradicionales collares de perlas y sombreros, la monarca tiene una costosa colección de broches, de los que dicen juega de manera discreta (de acuerdo al color y diseño de su vestido) para abordar una comunicación no verbal.
Los primeros indicios de estas piezas es que fueron creadas específicamente para sujetar prendas de vestir como el taparrabo o guayuco, en la era de los vikingos. Según la historia, el material usado en la edad de piedra eran espinas con sílex (pedernal) que es un mineral que suele romperse en láminas y fue muy utilizado para herramientas, mientras que los alfileres de metal datan de la Edad de Bronce.
En los siglos XVIII y XIX, los broches adquirieron notoriedad transformándose en algo decorativo. Como la moda va y viene, este accesorio vintage vuelve a estar muy de moda no solo en las mujeres, sino en los hombres.
Diseñadores de joyas cada vez se las ingenian elaborándolos en diferentes colores, formas, con pedrerías de flores y símbolos muy chic de temporada. No faltan los más clásicos metalizados como el dorado y plateado.
Muchas mujeres utilizan los prendedores para darle un look elegante en la blusa de su vestido, pero también en cualquier parte de la ropa como el escote o la cintura, e igualmente para decorar el bolso y el pelo.
En la moda masculina, los prendedores han venido cobrando importancia. Los hombres los usan en la solapa, pero también en el cuello de la camisa al estilo camafeo. Algunos los usan como apliques hasta en los zapatos. Para ellos, hoy no hay distingos de colores y diseños.
Es decir, los broches siguen siendo una pieza vanguardista que se ha estilizado en el tiempo, y aún sigue siendo utilizada por los miembros de la realeza.