Su debut con la ‘Tricolor’ fue el 12 de septiembre de 2018 en un amistoso ante Argentina en el que empataron sin goles.
En la Copa América, Luis Díaz se convirtió en el corazón de la selección Colombia, iluminando los corazones de millones de seguidores.
Desde el primer momento en el campo, su presencia fue una promesa de buen fútbol y una declaración de lucha y esperanza para todo un país.
Díaz, con su velocidad y habilidad para el regate, se transformó en el alma del equipo colombiano. Cada vez que tomaba el balón, el estadio se llenaba de expectación y emoción. No importaba cuán difíciles fueran las circunstancias, él siempre encontraba una manera de avanzar, de superar obstáculos y de crear oportunidades donde parecía no haber ninguna.
En los momentos más críticos, cuando el equipo parecía desmoronarse bajo la presión, Díaz se erigía como un faro de esperanza.
Su gol contra el equipo rival en los últimos minutos del partido no fue solo un punto en el marcador, sino un grito de resiliencia, una chispa que encendió la fe en los corazones colombianos. Sus celebraciones eran apasionadas, auténticas, reflejando no solo su alegría personal, sino el alivio y la euforia de toda una nación.
Fuera del campo, Luis Díaz se convirtió en un símbolo de inspiración. Su historia, de humilde origen en La Guajira hasta convertirse en una estrella internacional, resonaba profundamente con la gente.
Cada palabra suya, cada gesto, transmitía una humildad y una gratitud que tocaban el alma. Era más que un jugador de fútbol; era un joven que representaba los sueños y las aspiraciones de millones de colombianos.
La Copa América hasta ahora no ha sido un simple torneo para Díaz es un escenario donde está demostrando su valentía y determinación. Cada partido y cada jugada es un testimonio de su amor por el fútbol y su país.
