El hecho ocurrió en Turquía y se volvió viral en las redes sociales. El conflicto de la pareja llegó hasta la Justicia de Estambul. Las bulliciosas aves fueron testigo.

Un hombre que reside en Estambul, Turquía, escuchó un día que los dos loros que tenía hacía mucho tiempo en casa no paraban de repetir: “Mi marido no está, ven”.

Un mensaje diciente que muy pronto levantó las sospechas del hombre, quien ató cabos rápidamente y entendió que su esposa aprovechaba las horas que él no estaba en casa, para avisarle a su amante.

¿Los testigos? Dos ‘espías’ parlanchines, con plumas y cola: ¡el par de loros que desde un principio acompañaba a la pareja y que habrían retenido el mensaje al escuchar a su propietaria!

Según relataron los medios locales, los animales escucharon a su dueña en reiteradas ocasiones invitar a su amante a la casa y la dejaron al descubierto. Si bien parece sacado de una comedia, el insólito hecho fue real y generó una fuerte disputa entre las partes.

Es bien sabido que los loros tienen la capacidad de imitar sonidos y vocalizaciones que escuchan en su entorno, incluyendo las palabras y frases habladas por los humanos, porque son animales sociales que utilizan vocalizaciones para comunicarse entre sí en la naturaleza.

Si bien el hombre ya sospechaba de la infidelidad de su esposa, no tenía pruebas. Pese a que su esposa lo negaba insistentemente, el hombre depositó toda su confianza en lo que repitieron sus mascotas y llevó a juicio a la mujer.

Aunque no se dieron a conocer los nombres de los protagonistas de esta llamativa historia, se conoció a través de medios locales, que a finales de marzo la pareja en cuestión asistió al Palacio de Justicia de Estambul.

El proceso contó con unos testigos poco habituales, ya que el abogado defensor del hombre, llamado Ted Buckland, confirmó que los loros forman parte del juicio.

“Vamos a escuchar a testigos del caso de nuestro cliente, que se enteró de que lo engañaron gracias a que sus loros repetían ‘mi marido no está en casa, ven’”, escribió el profesional en su cuenta de X, haciendo referencia a los testimonios de los animales.

La imagen fue difundida por el abogado demandante en la red social X (ex Twitter) y la noticia se volvió viral. El posteo, que estuvo acompañado por la imagen del hombre con los dos loros en sus hombres yendo hacia los tribunales, alcanzó cerca de medio millón de impresiones, miles de ‘me gusta’ y cientos de cometarios referidos a esta particular e inusual historia.

Lo cierto de todo el asunto, es que el par de loros ‘chismosos’ –¿o leales?—fueron llevados a juicio como testigos en un caso de infidelidad conyugal… de no creer.