Impuso su estilo — Más allá de las tiaras, los sombreros de ala corta y los broches tuvieron protagonismo en el vestuario de la reina Isabel II. Fue un ícono de la moda repitiendo una sencilla fórmula: abrigos tipo vestido, siempre monocromáticos y debajo de la rodilla, carteras de asa corta, zapatos cerrados a juego y de tacón bajo, prendedor al lado izquierdo y el infaltable collar de perlas. Según las revistas, el valor de la colección de broches es incalculable. Fue uno de sus distintivos, tenían diferentes formas y valiosas piedras como diamantes, zafiros y rubíes.
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Pasión por los sombreros — A lo largo de su legado, la reina Isabel II lució más de 5.000 sombreros diferentes que, sin duda, fueron un accesorio importante en su estilismo. De acuerdo con los informes de prensa, la monarca cubría su cabeza no con cualquier sombrero. Debía cumplir con ciertas exigencias por parte de ella: el ala que no podía tocar el abrigo ni su visión, y el color tenía que coordinar con los adornos florales o de cintas que lo complementaban al igual que su vestido.
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Hormas diferentes — Los sombreros se realizaban a mano. Un trabajo de más de 40 horas. Los de invierno eran de lana o fieltro y se moldeaban con vapor. Los de verano se realizaban en rafia, lino o raso. Expertos en tocados aseguran que la monarca podría tener más de 50 hormas diferentes para que le encajaran perfectamente.
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¡Ahí está! — El color de su indumentaria siempre generó expectación, pero muy pocos sabían el motivo por el cual la reina de Inglaterra utilizaba colores fuertes, muy vivos, como el verde limón, fucsia, naranja o azul intenso, cada vez que asistía actos públicos. Todo, para no pasar desapercibida. Para ubicarla dónde se encontraba en cada momento entre sus súbditos. Es decir, no perderla de vista. Sin duda, su estilo marcó historia.
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Lucha contra el cáncer — La actriz estadounidense Jane Fonda, de 85 años, reveló esta semana que fue diagnosticada con el linfoma de Hodgkin, una enfermedad por la que se forman células malignas (cancerosas) en el sistema linfático. “Este es un cáncer muy tratable, el 80 % de las personas sobreviven entonces me siento muy afortunada”, escribió la artista en Instagram.
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Activista en pie — Explicó la actriz que ya ha comenzado la quimioterapia, un tratamiento que recibirá durante seis meses, pero advirtió que no dejará a un lado su activismo. Fonda, quien ha ganado el Óscar en dos ocasiones y fue de las primeras artistas en dejarse las canas, ha ganado atención por participar en protestas a favor de la acción contra la crisis climática.
