Cada vez, los niños manejan casi que a la perfección el Internet, tabletas y celulares, cuyos usos siempre deben supervisados por los padres.
Vivir en un mundo de nueva y avanzada tecnología que cada día deja obsoleto lo que aprendimos años atrás y nos adentra en un nuevo reto para nivelarnos con el conocimiento y con nuevas expectativas de lo que será el mañana, a los adultos nos obliga a estar atentos a los cambios y capacitarnos para no quedarnos en el pasado.
Quienes venimos de épocas no tan adelantadas como la presente que, además gira tan rápido como lo que dura un suspiro, estamos llamados a capacitarnos cada día para entender lo que traen los avances tecnológicos. Es lo que nos ha tocado y a lo que debemos adaptarnos.
Caso diferente ocurre con los niños que nacen en esta era del conocimiento veloz, que no nos deja tiempo para parpadear so pena de quedarnos añejos.
Los pequeños de hoy literalmente vienen con ‘chip’ recargadísimo de capacidades para captar y desarrollar lo que les ofrece el mundo moderno.
Hoy es frecuente (y sorprendente, ¿por qué no?) ver a un niño de dos años manejar a la perfección el teléfono celular y tabletas de su padre, jugar con los modelos que traen los aparatos modernos o los que se pueden descargar de cualquier biblioteca de juegos electrónicos.
Jesús David, de 10 años, nació y creció rodeado de computadores y teléfonos inteligentes, pues su padre es administrador de un café-internet, que todo el tiempo está lleno de clientes, adultos y niños, algunos investigando y otros simplemente divirtiéndose con los juegos de moda.
Y aunque acorde con los de su generación conoce todos los avances en materia tecnológica y maneja un computador y celular a la perfección, su padre le ha educado de tal manera que el acceso al internet para él siempre está supervisado.
“Él conoce todo lo necesario para ingresar a una página, navegar, buscar tareas, chatear o jugar. Pero ya conoce las reglas que le hemos establecido en la casa, y siempre nos encargamos de que no se salga de esos parámetros”, asegura John Castellanos, padre de Jesús David.
Dice que a pesar de que los amiguitos de su hijo, inclusive menores que él, tienen su propio aparato celular, él le ha enseñado que ya le llegará la hora de tener su propio teléfono, y el así o comprende, acepta y respeta.
Para estudiosos del tema como psicólogos, docentes, inclusive médicos y sociólogos, el acceso a Internet de los niños también debe formar parte de la educación de los padres.
El psicólogo y pedagogo Arsenio Henao sostiene que estamos en una verdadera era de ‘niños internet’, que nos toca a los mayores, una importante y no tan fácil tarea con la educación de los niños y que no es pertinente apartarlos o cerrarle los ojos a ese conocimiento.
“Actualmente es difícil decidir cuál es la edad propicia para que un niño acceda a estos aparatos y a la información que puedan obtener de ellos, porque nuestro medio nos habla de la educación con aulas virtuales, y desde el prescolar a los niños los sientan frente a un computador o comienzan a identificar cualquier clase de aparatos electrónicos cuando apenas están comenzando a dar sus primeros pasos”, afirma el profesor.
Asegura el profesor que siendo el hogar la primera escuela de los niños, los padres de familia deben saber encaminar a los niños por las sendas del conocimiento y la enseñanza, teniendo en cuenta todo lo que ellos tendrán que afrontar en su vida desde muy temprano.
Y afirma que el acceso a las tecnologías debe hacer parte de esa enseñanza y formación porque el niño desde pequeño debe saber qué es bueno y que no lo es para ellos, y no es prohibiéndole algo como se le va a apartar del riesgo al que pudieran estar expuestos con la cantidad de información que pueden consumir.
“Hay muchas madres y padres que han descuidado su responsabilidad de educar y enseñar a los niños, y le han dejado esa responsabilidad a un aparato electrónico. Entonces le dan el teléfono al niño para que no moleste, y se olvidan de ellos por largo rato”, afirma Henao.
John reafirma en parte lo que dice el pedagogo, porque lo vive a diario en su negocio a donde llegan niños a alquilar un computador ya sea para buscar una tarea o para jugar, y se pasan horas enteras ahí sentados, sin la supervisión de sus padres.
“Admirado ver cómo tienen gran facilidad para utilizar la tecnología, de cómo manejan cada una de las herramientas del computador, pero también de cómo hay pequeños ya con redes sociales y utilizando juegos no actos para niños”, asegura Castellanos.
Indica este padre de familia que aunque muchos niños van a su café internet con sus padres a realizar sus trabajos y tareas también hay padres que los mandan solos. “Pero yo estoy pendiente de lo que hacen, a qué sitios ingresan. De igual manera los PC tienen unos programas para restringir ciertas páginas prohibidas”.
Pero aunque, como dice John, muchos padres dejan a sus hijos solos en el uso del computador y acceso a Internet, hay muchos que si se preocupan por el tema, pues es bien sabido que aunque ellos estén pendientes de sus hijos, en muchas ocasiones desconocen cómo controlar ese acceso, justamente porque no tienen un referente en su pasado.
El Internet es una herramienta que tiene sus pros y sus contras, es decir, cosas buenas y malas. Pero es inevitable que los niños accedan a la Red, pues es parte de su desarrollo social y educativo, tal como afirma el profesor Henao.
Para el pedagogo los teléfonos inteligentes están alimentando la denominada “cultura del dormitorio”, refiriéndose a lo netamente íntimo, pues para muchos niños el acceso a las redes es cada vez más personal, privado y menos supervisado.
“En esto tenemos que ser muy inteligentes porque no se tata de violentar la intimidad de los menores sino de alejarlos de ese ensimismamiento que los hace personas introvertidas, menos sociables, poco amables, y difícil de comprender”.
El profesor Henao nos compartió una serie de consejos sobre cómo controlar el uso del internet por parte de los niños.
1. El ordenador debe estar en una zona compartida por la familia.
2. Se debe establecer horarios de utilización del computador e Internet.
3. Compartir alguna actividad en la Red con los niños.
4. Enseñarles a los niños a proteger sus contraseñas.
5. Estimular el espíritu crítico y a la intuición de los niños.
6. Convencer a niño de que él no debe escribir su edad, ni el teléfono, dirección ni publicar fotos en ninguna herramienta o dirección de Internet.
7. Consultar con frecuencia el historial de navegación.
8. Actualizar los programas de seguridad y activar los sistemas de control parental que bloqueen el acceso de los niños a determinados contenidos, controlan su tiempo de utilización y registran su actividad.
9. Aconsejar al niño que no acepte contactos ni contesten a los correos de personas que no conocen, por más agradables que puedan parecer
10. Denunciar cualquier situación sospechosa.