Freddy Moreno Rodríguez es egresado del programa de Pintura y Dibujo de Bellas Artes y diseñador gráficos del Sena.
La vida de Freddy Jesús Moreno Rodríguez ha estado marcada por cuatro aspectos: tintas, agujas, máquinas y creatividad.
Precisamente, son estas cuatro cualidades las que le permitirán viajar a Panamá para la 6ta Expo Tatuaje Chiriquí, que se desarrollará el 4 y 5 de febrero.
No será la primera vez que el tatuador barranquillero vaya a competir a Panamá, ya que es un asiduo convocado.
«Esta es el séptima vez que viajo a suelo panameño para tomar lugar en una exposición. Gracias a Dios en seis competencias en las que participé tuve la fortuna de ganar dos títulos (categoría lettering) y tres subtítulos (realismo sombra)”, aseveró Freddy Jesús o Pipo Tatto, como lo conocen en Barranquilla.
“Allá siempre me tienen en cuenta por mi talento, algo que consigo porque sé que estoy representando a toda una ciudad e incluso a nuestro país”, agregó el artista de piel.
Pero más allá de competir por la gloria, el mayor logro para Pipo Tatto es compartir con algunos de los mejores tatuadores del mundo.
“Ya son 15 años tatuando y cuando miro hacia atrás veo el crecimiento de este arte. Pasamos de tatuar con tinta china y máquinas rudimentarias fabricadas en el Boliche (sector del Centro) a tener talleres con insumos de calidad y mejores técnicas”, afirmó el oriundo del barrio San Roque.
A lo largo de su carrera, Pipo ha atravesado varios tramos para ejercer su profesión. Comenzó invirtiendo 10 mil para comprar la Pelikan (tinta china) y fabricar una máquina compuesta por un motor de radio, una cuchara, aguja de mostacilla y una carcasa de lapicero.
“Cuando empecé no había más de tres talleres de tatuaje en Barranquilla y estaban en el norte. Gracias a los promotores de exposiciones y redes sociales llegó la masificación del tatú, así como el empujón de los artistas, deportistas, quienes promocionan la tendencia de tatuarse», añadió.
Freddy es egresado del Programa de Pintura y Dibujo de Bellas Artes y diseñador gráfico del Sena. Su conocimiento lo tiene en un punto donde la inversión para mejorar su trabajo es latente.
«Hoy una máquina profesional está entre 1 y 5 millones de pesos, las tintas profesionales pueden pasar los $200 mil, así mismo una caja de 20 agujas no baja de 90 mil, pero bueno, es todo en procura de un producto de calidad», relató.
Con un gran talento y la experiencia a sus espaldas, el horizonte de Pipo está en Panamá, donde buscará dejar su maestría en el arte corporal en el mejor lugar posible.