Las almendras tienen un alto contenido en antioxidantes, son fuentes de proteínas y ayudan a controlar el peso
La almendra, ese fruto seco que se puede conseguir en cualquier supermercado o tienda especializada, se ha vuelto tan popular, que muy pocos se resisten comerla. Cada vez salen a relucir sus propiedades y beneficios que ofrece.
Es una importante fuente de vitamina E y magnesio, y además aporta proteínas, fibras grasas, potasio, fósforo, zinc, hierro y calcio.
Por el magnesio, ayuda a reducir los niveles de estrés y de ansiedad, lo cual hace que las personas puedan conciliar el sueño de forma más rápida. Y en cuanto a las proteínas y grasas saludables que contiene, aumenta la sensación de saciedad y evita los antojos. Por eso, si siente hambre fuera de los horarios normales, mejor coma almendra.
Su alto contenido en fibra facilita el tránsito intestinal, ayudando asía controlar el peso. Hay que tener en cuenta además que entre el 10 y el 15% de las calorías que contienen no son absorbidas por el organismo.
Una forma fácil y saludable de incluir esa crujiente píldora natural en nuestra dieta es añadirlas en las ensaladas, salsas (ejemplo salsa de almendras), aliños y picadas.
Hoy existen muchos productos derivados de este fruto seco, como la harina de almendras, la crema o leche, este último para las personas con intolerancia a la lactosa o que no les gusta consumir productos lácteos.
La leche de almendras se puede hacer también en casa. Nada más que dejarlas en remojo durante 5 o 6 horas, luego de sacar el agua las introduce en un procesador para batirlas, le pone un poco de agua, una pizca de sal y dos cualquier tipo de endulzante. Por último se baten los ingredientes hasta obtener una bebida homogénea.
Coincido con lo que afirman los investigadores: las almendras son los frutos secos más nutritivos del planeta.