Dice Gloria Luz Gutiérrez, directora de ese importante programa cultural que fundó hace 20 años y actualmente dirige en Bogotá.

En Colombia son muy pocas las mujeres que se entregan con pasión a la cultura y las letras. Sobre todo,  que propicien espacios para que reconocidos escritores y poetas hablen de sus obras, que la gente tenga la oportunidad de conocerlos y dialogar con ellos, como también impulsar a nuevos autores. Una de esas mujeres es Gloria Luz Gutiérrez, la manizalita licenciada en literatura, que creó en Bogotá las Tertulias Literarias.

Ha sido tan exitoso ese espacio cultural, que ha servido de inspiración a otros que se celebran en la capital, aunque el sueño de Gloria Luz es llevar las tertulias por toda Colombia.

Las enriquecedoras reuniones, que se realizan el primer martes de cada mes, y en las que el arte también tiene su espacio para jóvenes que quieren conocer las nuevas tendencias, obras y trayectoria de los artistas,  las hace en su apartamento, donde monta una especie de auditorio rodeado de cuatro bibliotecas repletas de libros. 

Según ella “una de las bondades de las tertulias es que hay personas, tal vez por sus ocupaciones, que a veces no alcanzan a leer un libro, pero con todo lo que se dice en esos encuentros quedan impregnados. Es un espacio en donde la persona puede salir de lo cotidiano y meterse en un mundo que normalmente no lo tendría, y también tener la gente cerca lo motiva. Al final hay de cada intervención, hay interacción con el público, con preguntas e inquietudes”.

Por la pandemia, se hizo virtual y también, con los auspicios de la embajada de España en Colombia y la compañía Factoring Servimos, se llevó a cabo el Premio Nacional de Poesía Obra Inédita que ganó la obra Dos metros bajo la piel de la colombiana Valentina Uribe, firmado bajo el seudónimo de Nora J. Mead Sussé.

Entre las otras actividades está la dirección de una fundación, a través de la cual incentiva la lectura y dictando clases de literatura  a niños de un jardín infantil, en una casa-hogar que atiende a niñas en alto riesgo y otra para el adulto mayor. “Como he trabajado siempre en zonas que tienen dificultades económicas, entonces me inventé ‘La maleta viajera’ que son tertulias literarias. Siempre, acompañada por  un escritor. Ya llevamos 4 años en esto y hemos llegado hasta ahora a una población de 20 mil personas”.

En esa labor de responsabilidad social también están las cárceles llevando a un poeta para que haga la presentación de su libro y una maleta llena de libros que terminan en la biblioteca de cada centro penitenciario, en contribución de la fundación.

¿Recibe apoyo gubernamental?

– He tenido la  oportunidad de contar con el respaldo no solo de los escritores colombianos y de todo el mundo, sino de las embajadas. Espero que el Ministerio de Cultura, que nos apoya en la divulgación,  se vincule económicamente para unir esfuerzos.

¿Qué clase de público es asiduo a las tertulias?

–Es mezclado. Va mucha gente joven y muy adulta. Por ejemplo Miguel Uribe, que fue aspirante a la alcaldía de Bogotá, ha sido asiduo desde muy chico, y sigue asistiendo. También muchos extranjeros, por embajadores que siempre van a las tertulias. Es que durante estos encuentros los asistentes se conectan conectas con la parte cultural de Colombia.

¿Y la siempre audiencia es buena?

-En Bogotá puede llover y hacer mucho frío, pero siempre tiene una buena audiencia. Mis tertulias van de 70 a 150 personas. Tienen una buena convocatoria.

¿Qué tanta acogida tiene el Premio Nacional de Poesía?

–Este año tuvimos 400 obras participantes, muchos del Caribe. Este Premio lo hacemos cada dos años. En este, ya lanzamos la convocatoria y en el 2021 damos a conocer los ganadores. Siempre tenemos de jurado a un colombiano y dos extranjeros. Este año, por ejemplo, el país invitado fue España. Es el premio mejor pagado en América. Para el primer puesto entregamos $30 millones y le hacemos la edición del libro.

¿Usted lee mucho?

-No tanto como me gustaría porque, como hago tantas cosas, no me da tiempo, pero sí trato de hacerlo a ratos. Ahora en la pandemia he aprovechado.

¿Qué le gusta más?

– La poesía. Por ejemplo, la de María Mercedes Carranza, Jorge Luis Borges, Rubén Darío y muchos otros.

¿No se le ha dado por escribir una?

–Siento por la poesía un gran respeto y siento que es un don. Porque la poesía abarca todo. Sí escribo, pero narrativas para mí, nada más.

¿Está de acuerdo con la musicalización de algunas poesías?

-Si claro. Antes se consideraba que esas letras no se podían musicalizar, pero ahora hay una nueva tendencia. Lo están haciendo. Por ejemplo, algunos de los poemas del español García Montero han inspirado al cantante Santiago Cruz.