Dr. Rodolfo Vega Llamas
Columnista / 3 de febrero de 2024

Solo se vive una vez, pero se muere para siempre

Todo lo que ha sucedido para que llegue la vida, escribiríamos libros y libros. Ese hermoso proceso a través de la cual surgió por primera vez un organismo viviente, donde antes solo había materia inerte. Esto se encuentra en debate continuo, hay mil teorías sobre la abiogénesis, pero de todas formas existimos, podemos ver el sol, reírnos, correr, leer, amar, llorar, aprender y sobre todo evolucionar física, mental y espiritualmente.

La evolución humana es mágica, el hombre ha superado todas las metas. Es increíble lo que puede lograr la inteligencia humana, hemos realizado miles de inventos; la edad cronológica es cada vez más debido a los progresos de la medicina.

Pero el hombre vive en una continua destrucción del planeta, el dinero prima ante todo, guerras sin compasión, pobreza, hambruna, ignorancia y políticos populistas que engañan a los pueblos, el mar inundado de contaminantes, la capa de ozono cada vez absorbe menos rayos ultravioleta disminuyendo la protección del planeta,y todo lo anterior, debido a la infamia del hombre en su desbordada ambición por lograr más y más. Con la tala de bosques, las emisiones de CO2, los efectos de la urbanización, el calentamiento global, pero lo peor de todo es la deshumanización del ser humano, que se cree superman y no es más que un microbio en el infinito.

Lo peor de todo es que a la humanidad se le olvida que somos mortales, somo células en el infinito, estamos de paso, y además, seremos olvidados porque estamos en un transito terrenal exiguo.

Me da lástima, tristeza observar, cómo nos autodestruimos, la envidia, el ego, la ambición nos enceguece; algo falla en las neuronas que no pone un límite un control, es como una adicción al poder al dinero, y se les olvida que pronto serán cenizas olvidadas y tiradas al mar, y serán parte de la digestión de algunos peces o serán el simple abono vegetal, o tal vez encerrados en un cajón de madera, donde algún día nadie los visitará, si es que alguien los visita ,y ni siquiera serán un recuerdo.

De qué vale tanto deseo ardiente de conseguir algo, especialmente riquezas, dignidades, o fama, si de todas formas solo estás de paso y tu despedida será para siempre.
¡Piénsalo !!

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